Por: América Directo
Ignacio Escolar Pizarro es un emprendedor que supera todos los obstáculos. Y decidió apostar por el clásico futbolín o metegol para convertirlo en una experiencia de juego más entretenida, pero sobre todo, solidaria.
Así nació Futboling, una empresa que convierte el clásico juego en una experiencia social, pero fundamentalmente, pensada para ayudar. Cada jugador, al momento de iniciar una partida, podrá decidir el destino de su moneda insertada en la máquina: una ONG, Cáritas, cualquiera de las entidades que reciben el 33% de cada euro que se juega.
El futboling, además se instalará en las universidades para que los estudiantes dispongan de su tiempo de recreación. De esta manera, el otro 33% del euro que cuesta cada ficha se destina a la Universidad.
Queda un tercio del euro, que es el que se utiliza para el mantenimiento de las máquinas, totalmente contruidas en materiales recicables que cuando cumplan se ciclo podrán convertirse en un nuevo futboling o los conos anaranjados que se utilizan para señalizar en las rutas.
El mantenimiento está realizado por personas con capacidades diferentes que son formados y entrenados por Futboling para arreglar las máquinas, retirar el dinero, etc. Así se integran al trabajo muchas personas que no son tenidas en cuenta por otros sectores.