En el post de la semana pasada, había escrito sobre las posiciones subjetivas relativas al amor. Pensé en la espera, en la búsqueda y en el encuentro. Hubo trampa, lo reconozco. Mientras el título bregaba por “los que no encuentran el amor” el resto del articulo merodeaba la espera o la búsqueda. Debí haberlo explicado mejor: la espera remite a la soberbia pasividad y al merecimiento, la búsqueda a la insatisfecha actividad y al impulso que late en la esperanza y el encuentro a una mezcla de azar e intención afortunada. Aunque no siempre lo que crees haber encontrado es justo lo que necesitás. No es lo mismo pisar un sorete que encontrarse cien pesito. Continuar leyendo