La selección argentina dejó todo, y más también. Sin embargo, no le acanzó para traerse la copa de Brasil. El equipo fue de menor a mayor, encontrándose a si mismo en los momentos más complicados y ante a la adversidad. Lo que generó, en casi todos nosotros, la certeza de que “esta vez, se nos iba a dar”. Por lo que encontrarse con la derrota a 7 minutos del final, en una final que pensamos escrita por el propio papa Francisco, fue una herida que aún no termina de cicatrizar en el sentimiento del pueblo argentino. Continuar leyendo