Es difícil explicar por qué hacemos algo que nos sale naturalmente. Creo que es uno de los mayores conflictos de comunicación que tenemos. La gente no entiende cuando respondés “porque quiero” o “porque me gusta”. Y está bien. A veces hay un poco más.
Después de ocho años viviendo en Buenos Aires, lejos (pero no tanto) de mi familia y amigos de toda la vida en Montevideo, decidí levantar campamento e irme; primero de viaje, y después a instalarme en un nuevo lugar. Irme de mi segundo hogar, donde tengo una linda casa, buen trabajo y geniales amigos.