Por: Ignacio Damonte
Pocas series son tan parejas como la de Los Angeles y Memphis. Este jueves juegaron el tercer encuentro, luego del 2-0 que LA consiguió en su casa. La particularidad del cruce hasta aquí es, además de la paridad, lo distintos que han sido los tres partidos.
Empecemos por el 20 de abril. Los Clippers fueron los que impusieron el ritmo. Lo había anticipado en la previa de la postemporada, la serie quedaría en manos del que logre jugar a la velocidad que le gusta. Gasol y Randolph hicieron lo que pudieron, pero no alcanzó. En el primer cruce, fueron los de Del Negro los que salieron victoriosos con grandes tareas de Paul y un goleo repartido.
El 22 de abril se volvieron a ver las caras. Trámite completamente distinto, resultado idéntico. El dominio que había mostrado LA dos días antes no fue tal ésta vez. Memphis, de la mano de Conley y su máxima en Playoffs (28 puntos) estuvo a una posesión de mandar el juego a tiempo extra luego de cuatro períodos muy parejos. La diferencia fue un tal Chris Paul, que no sólo tuvo grandes números, sino que marcó los últimos 8 puntos del equipo (incluída esta belleza en el final) y fue la clave para mantener la localía.
El tercer cruce fue una mixtura de los dos primeros. Paridad, rachas anotadoras de ambos lados, aunque la balanza se terminó inclinando del lado de los Grizzlies. En esta oportunidad, Conley se encargó más de pasar que de anotar (10 asistencias, 6 puntos) y la pareja de internos se impuso, cambiando todo lo que se había visto en los dos primeros juegos. Marc Gasol (16 puntos, 8 rebotes) demostró que no sólo sabe defender (se llevó el premio al mejor defensa de la liga) también puso en escena algo del arsenal ofensivo. Sabemos de su capacidad para pasar, pero también tiró con consistencia y buena efectividad. El otro interno determinante fue Zach Randolph (27 puntos, 11 rebotes). “Zbo” fue la figura, creando desde el poste, anotando desde afuera y haciéndose fuerte en la pintura.
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Sólida victoria de Memphis sobre Los Angeles Clippers y ahora la serie está 1-2
¿Pero qué cambió en los Clippers entre los primeros dos partidos y este tercero? Tres cosas. Chris Paul fue una sombra. De ser el responsable de las victorias de LA, de embocar tiros circenses y de imponer el ritmo su ritmo, pasó a estar muy errático en ofensiva, descuidado con el balón y falto de explosividad en ataque. La segunda razón del bajón fue la ausencia de actitud de muchos jugadores, por ejemplo, Blake Griffin. Los puntos estuvieron, pero no la fuerza en la llave (consiguió apenas dos rebotes). Y si bajás en intensidad ante Memphis, Gasol y Randolph te devorarán. La última clave de la derrota de los Clippers fue lo poco que incidió la banca: Jamal Crawford apenas metió 3 de 10, Barnes se cargó de faltas rápido y Bledsoe se fue sin puntos.
Los Grizzlies se hicieron fuertes de adentro hacia fuera, de la llave al perímetro. Su fortaleza está en la pintura, con la inteligencia de sus internos. No esperen que Memphis gane partidos con el tiro exterior, porque es su gran déficit, pero en la zona serán invencibles. Tampoco lo va a ganar con una lluvia de puntos. Los Angeles lo sabe y en los primeros dos encuentros hizo la tarea, el problema fue que bajaron la intensidad en el tercero y deberán recuperarla para no volverse a su casa con la serie empatada. El sábado se medirán en el cuarto juego en el FedEx Forum.