Por: Sergio Bergman
En las próximas publicaciones tomaremos las Sefirot como las principales autopistas para conducir el alma a una vida plena de sentido. Nos basamos en una de las obras de mayor influencia sobre Sefirot, como es Shaarei Orah, Las puertas de la luz, del cabalista español Rabi Joseph Gikatilla (1248-1325). Allí, las emanaciones se presentan como puertas en secuencia ascendente, que comienza por maljut y finaliza con kéter.
Por su parte, Abraham Abulafia, maestro del anterior e iniciador del correlato entre sefirá y pensamiento, sugiere que las Sefirot están orientadas más a la experiencia que a consideraciones teóricas. Cada pensamiento es una sefirá de acuerdo con el secreto del número que esconde su gematría.
Tomo también como referencia la obra de Moisés Cordovero, autor de importantes obras de cábala y predecesor del Ari en la escuela de Safed. Escribió Tomer Devorá (“La palmera de Débora”), donde presenta y explica las principales características o atributos de la divinidad que el hombre debe emular y enfatiza que no es posible lograr todos esos atributos de una sola vez, sino que hay que desarrollarlos e internalizarlos de forma gradual y progresiva, lenta y constante, para que de la conciencia del discernimiento el hábito se haga virtud. Incorporo de Sod 22, de Mario Sabán, los conceptos de midot y klipot de cada sefirá. También una síntesis de los 22 senderos de las letras hebreas para la meditación. Por último, utilizo las correspondencias que propone Perle Besserman en su obra Cábala y misticismo judío, como los diez estadios de la meditación basados en las Sefirot y su correlato al mundo de los ángeles con sus atributos.
Así, las 32 dimensiones de Séfer Ietzirá, que surgen de sumar las 22 letras del alfabeto hebreo y las 10 Sefirot, se transforman en las vías de navegación de nuestra cábala como GPS para el alma.
Esta propuesta no es exclusiva ni excluyente de otros posibles abordajes, sino tan sólo una invitación a aplicar un principio general en un ejemplo particular.
Los atributos que presentaremos son canales de recepción. Una primera lectura es necesaria para luego repasarla y fijar en un concepto que llame nuestra atención e ingresar por esta vía en una meditación-reflexión conexión-recepción para habitar un tiempo sin tiempo mi ser interior guiado por esta idea que abre el canal de cábala-meditación.