Iesod, el fundamento

#Cabala

Iesod es el fundamento.

La personalidad del ego: quién soy, cómo me perciben.

Crea energía sexual y la desarrolla.

Es el miembro masculino.

Simboliza al tzadik, al justo, que debe fecundar, lograr la fusión y el contacto erótico entre los mundos inferiores y superiores.

Conecta el mundo donde estamos y vivimos aquí abajo con el que pertenecemos y del que venimos, que está arriba.

Alude al nombre de D-s Shadai, que representa al Todopoderoso.

Se traduce en sueños y visiones, en fuerzas creativas que desarrollan el propio ser.

Produce proyecciones, promesas y proyectos.

Construye la identidad de forma autónoma, soberana e independiente.

Reduce el ego para engrandecer el ser y expandir conciencia.

Alimenta un ego equilibrado, cuidando de que no termine consumiéndonos.

Desarrolla la sexualidad más allá de la genitalidad.

Valora el don de la pulsión sexual, para la procreación y el amor maduro.

Vincula sin posesión, dominación o sometimiento.

Determina que la autoestima no es egolatría.

El cuerpo como don en bendición, un santuario de servicio y no un templo de la imagen.

Para fortalecer iesod, hay que cuidarse de todo pensamiento o palabra inmoral.

Es necesario guardar el pacto del bien en el hacer.

Tiféret-iesod-maljut fl uidas en unidad en Shejiná, atributo femenino de D-s.

Shejiná, la divina presencia, retorna cuando el trono y el reino se unen.

Habitan unidas en el templo de Jerusalén, el Santo Palacio que, desde su destrucción, mantiene al reino de Israel en el exilio.

El esfuerzo cabalístico es la reunión de estas tres.

Aquí arriba y abajo.

Sexto es el trono divino, séptimo el santo templo y octavo el tzadik, el justo que sostiene al mundo.

El justo es amado y querido arriba y amado y querido abajo.

Séptima sefirá es Shabat, el séptimo día.

Es el canal erótico del Cantar de cantares, que funde en un beso cielo y tierra.

Como es abajo es arriba, como es arriba es abajo.

Contiene el fundamento de todas las almas.

El Santo Palacio está en el pensamiento y esto es alef, kéter.

Color: naranja.