Un experimento de la Escuela Politécnica Federal de Lausan (Suiza) pretende probar que las “apariciones” fantasmales son solo producto de ciertos estímulos aplicados sobre la percepción pero desde la misma ciencia y el mundo de los misterios se alzan voces de desacuerdo: si bien la prueba alcanza para cubrir ciertos aspectos de estos fenómenos fantásticos, tampoco es lo suficientemente amplia como para negar la existencia de muchos eventos que apenas se pueden clasificar.
No es la primera vez que vamos a escuchar que “el misterio de…” ha sido solucionado. Hace un par de años, recuerdo, un estudio pretendía dar por solucionado todo el tema OVNI con “rayos, simples rayos”. Pienso que es claro que una explicación tan acotada a un fenómeno tan amplio hace agua por todas partes. Por supuesto que muchos casos pueden ser explicados y varios de ellos mediante los famosos rayos globulares o incluso versiones más estrafalarias como aquellas que hablan de descargas eléctricas silenciosas o en ausencia de tormentas. Sin embargo, como en el caso que nos ocupa hoy, hablar de poner “una tapa definitiva” a una problemática tan compleja es arriesgado. Prefiero, entonces, pensar que este es un nuevo paso en el camino de descartar lo explicable para poder enfocarnos en lo inexplicable, esas cosas tan extrañas que —literalmente— terminan por arrancarlo a uno de la realidad cotidiana. Continuar leyendo