Un chef de Bariloche fue distinguido en el mundial de cocina Bocuse D’Or

Emiliano Schobert (40), representante de la Argentina en el mundial de cocina Bocuse D’Or, que se llevó a cabo en Lyon (Francia), recibió el premio a la Mejor Campaña Promocional. Por puntaje quedó 15º entre 24 participantes.

La estatuilla de oro del fue para el noruego Orjan Johannessen, la de plata para el estadounidense Philip Tessier, y la de bronce para el sueco Tommy Myllymaki. En tanto Japón obtuvo un premio al Mejor Pescado y Hungría al Mejor Commis.

Schobert, director de El Obrador Escuela de Arte Culinario, expresó antes de la premiación: “Esta experiencia ha sido realmente transformadora para mí y todo el proceso atravesado hasta aquí también todo un aprendizaje. Haber llegado hasta aquí, la cuna de la cocina, es ya un premio”.

El chef patagónico obtuvo 1.315 puntos en la clasificación final y se ubicó en el 15º puesto, delante de Suiza (1.314), Singapur (1.301), Corea del Sur (1.300), Marruecos (1.275), Malasia (1.274, Canadá (1.248), Chile (1.209), España (1.166) y Guatemala, el 24º, con 1.071 puntos.

Noruega se impuso con 1.662 puntos, seguida por Estados Unidos (1.653) y Suecia (1.610). Detrás quedó Finlandia (1.599), Japón (1.553), Dinamarca (1.509), Francia (1.484), Islandia (1.435), Holanda (1.423, Reino Unido (1.401), Alemania (1.383), Australia (1.344), Hungría (1.338) y Estonia(1.324).

Un argentino busca ganar la final del Bocuse D’Or

Empezó el mundial de cocina Bocuse D’Or 2015 en Lyon, Francia. El representante argentino Emiliano Schobert (40), director de El Obrador Escuela de Arte Culinario de San Carlos de Bariloche, preparó durante cinco horas dos platos, uno en base a trucha marrón y otro con gallina de Guinea, con salsas preparadas con ingredientes y especias de la Patagonia.

Además del aroma y el sabor, el certamen busca rescatar el concepto que representa cada plato y su historia. Por eso Schobert buscó plasmar el espíritu patagónico y argentino. Para lograrlo eligió a algunos de los artistas y artesanos más destacados de Bariloche: la imagen de la representación estuvo a cargo del artista plástico y escritor Pablo Bernasconi, la vajilla y la fuente fueron de Designo Patagonia, la moldería en la que van los alimentos antes de salir a escena del escultor Marcelo Iglesias, y el remate fue una campana de cocina que representa el viento patagónico de la diseñadora Patricia Núñez.

Para la presentación llevaron desde la Patagonia especies y plantas aromáticas seleccionadas por el biólogo y ecólogo Eduardo Rapoport (investigador de Conicet) y un catálogo de “Buenezas”, malezas comestibles de la región.

Hoy se presentaron, además, los equipos de 12 países, entre los que se destacaron Francia, Estados Unidos, Inglaterra y Chile. Mañana será el turno de México y de otros 11 participantes.

¿Podrá Schobert romper con el monopolio de los chefs europeos en este certamen?

Entre las 13 y las 14 de mañana (hora argentina) el jurado dará a conocer al ganador. ¡Seguí el certamen online! A las 5 de la mañana empieza la segunda fase de la competencia.

 

Gelato, el irresistible helado italiano

El gelato es uno de los dulces más imitados del mundo, pero los maestros italianos guardan tan celosamente el secreto para elaborarlo que no tiene comparación.

Aunque la palabra podría traducirse como helado, el gelato y lo que nosotros conocemos como helado son dos cosas distintas. El gelato se elabora de manera artesanal y se le agrega menos del 10% de aire (en los helados el 40%), por eso su textura es mucho más cremosa. Por otra parte, tiene una cantidad menor de grasa y para potenciar los sabores se usan ingredientes frescos y de calidad.

La historia del gelato se remonta a los postres helados servidos en Sicilia, antigua Roma y Egipto, que se elaboraban con hielo y nieve traídos de cimas montañosas y conservados bajo tierra. Siglos después el gelato apareció en los banquetes de la corte de los Médici en Florencia. Cuentan que el cocinero florentino Bernardo Buontalenti inventó los helados modernos en 1565, cuando presentó su receta y sus innovadores técnicas de refrigeración a Catalina de Médici, quien a su vez exportó la novedad a Francia, donde en 1686 el pescador siciliano Francesco Procopio dei Coltelli perfeccionó la primera máquina heladera.

Sin embargo, la popularidad del gelato entre el público general no creció hasta los años 1920 y 1930, cuando en la ciudad de Varese, al norte de Italia, desarrolló el primer carrito de helados.

Si  viajas a Italia no podés volver sin probarlo. Eso sí, elegí con cuidado el lugar. En una gelatería turística de Roma o Florencia un cucurucho de helado te puede llegar a costar hasta 15 €! Pero si recorres, en la mayoría de heladerías lo podés conseguir por 3 ó 4 €.