Juegos, solidaridad y cultura

#CuentosInfantiles

A raíz de la maternidad, de un libro que estoy leyendo y de una charla que tuve la semana pasada, llego(amos) a la conclusión de que existe una «cultura de la infancia», que excede mi tema de interés, que es el de la LIJ.

Cuando empecé a escribir este blog no dimensioné hasta dónde podría llegar, ni mucho menos la repercusión que tendría. En paralelo, aunque casi dieciocho meses antes, había sido madre y tampoco imaginaba que muchas formas de observar y encarar las cosas del mundo cambiarían en mí también.

La cultura (que no es ni más ni menos que toda actividad que hacemos un poco a conciencia) y la solidaridad siempre fueron tópicos que me resultaron interesantes y que atravesaron mi vida. Y en este tránsito, en estos cambios y cuestiones que se me vienen dando, volvieron a cruzarse.

Todas estas piezas, tras dos charlas que tuve con gente que de infancia, didáctica y libros conoce mucho, sumadas con cierto rumiar personal (que poco me cuesta) y coronados por un correo electrónico que cayó justo confluyeron para que hoy escriba este post que, a grandes rasgos, da como conclusión que el juego es fundamental para todo, todo, todo ser humano más allá del entretenimiento y la edad. Es verdad que con esto no descubro la pólvora, pero vale la pena recordarlo, porque no muchas personas lo tienen en cuenta y, como siempre, en su carencia, los perjudicados son los chicos.

Como hay gente solidaria, que tiene claros estos objetivos, que trabaja para y por la infancia, pero que más allá de la cuestión burocrática institucional sabe lo que los chicos quieren, buscan y, sobre todo, necesitan, existen, por suerte, espacios dignos de que se conozcan, se difunda lo que hacen y, de ser posible, se colabore con ellos. Uno de estos es la CAFF, en el Talar, que, contra viento y marea y con amor y pocos recursos, tiene como objetivo hacer sonreír a los niños.

La CAFF
Ya había leído en Facebook acerca de la CAFF Tigre, muy por arriba; también había difundido alguna de sus acciones solidarias para recaudar fondos, pero no mucho más. Hoy sé que no es una ONG más.

Existe desde 1999, y como preciosamente se definen, la CAFF (Casa de Fortalecimiento Familiar y Comunitario) «es una organización de puertas abiertas», en la que los miembros de la comunidad «se acercan libremente a consultar en búsqueda de asesoramiento y acompañamiento». Además de esta modalidad, reciben casos derivados de diversas instituciones (escolares, de salud, juzgados). Trabaja estrechamente con estas entidades, por lo que brinda «un servicio de asesoramiento y de defensoría para la restitución de derechos en cuestiones particulares y de incidencia en la agenda pública en cuestiones colectivas». Lleva a cabo diferentes acciones, entre las que vale la pena mencionar la capacitación, participación en foros e instancias de debate y la intervención en el diseño de políticas de infancia; ofrece atención directa y acompañamiento de niños y sus familias. Expresan que operan «en favor de la defensa de los derechos del niñ@ sobre el criterio de la corresponsabilidad de todos los sectores con respecto a esta temática». «La línea directriz es impulsar alianzas estratégicas para lograr mejores niveles de desarrollo y condiciones de vida para niñ@s y adolescentes dentro de la comunidad».

En la CAFF se trabaja a partir de la detección temprana de obstáculos en el proceso (normal) de desarrollo de los chicos. Tras el descubrimiento de esta situación, en la que aparecen dificultades personales, familiares o comunitarias, se activan los servicios necesarios «para llevar adelante un acompañamiento sostenido que procure la superación de tal dificultad». El principal foco está puesto en la primera infancia, ya que tras años de analizar la situación, descubrieron que en muchos casos en los que se había logrado cubrir ciertas carencias, continuaban los conflictos. Esto los llevó a reconfigurar los planteos para concluir que era necesaria la transformación de la comunidad en su conjunto pensando a futuro, con un mayor alcance. Así lo expresan: «Convencidos de la necesidad de hacer foco en los primeros años, en 2003, alentamos la conformación de una Mesa local por la primera infancia, integrada por tres jardines de infantes, un jardín maternal, el polideportivo, el Centro de Salud y la CAFF, todas organizaciones de la misma comunidad. Desde entonces, la Mesa trabaja llevando adelante proyectos de manera asociada, con el fin de garantizar mejores condiciones de desarrollo y crecimiento a los niños más pequeños de la zona. En un entorno tan desfavorecido como el que caracteriza nuestra zona, nos mueve la idea de privilegiar la atención de los más chicos como única posibilidad de lograr mejores y más plenas situaciones de vida en la adultez. El desafío que nos mueve es saber qué pasará con una comunidad que por entero, e intensamente, se dedica a cuidar, estimular y garantizar integralmente los derechos de todos sus chicos durante los primeros años».

Dentro de la CAFF funciona una oficina de protección de derechos y cuentan con una ludoteca, Chicos en Ronda, en donde se realizan diferentes actividades: talleres creativos; biblioteca rodante; cuentacuentos; animación a la lectoescritura; huerta; cine infantil; juego Libre; talleres para la familia y salidas especiales. El perfil y a lo que apuntan es claro: «generando un ambiente preparado, que proporciona materiales sensoriales para el juego, observando la naturaleza, respeto por la personalidad y el ritmo interno de cada niño, ofreciendo oportunidades y espontaneidad en las que el niño parte de la libre elección y desarrolla su personalidad».

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Se agradece la gentileza por la imagen. © CAFF

Chicos en Ronda
Se presenta como un espacio de educación no formal para niños de hasta 8 años, cuyo objetivo es operar como un lugar de pertenencia, participación, aprendizaje y juego para los más chicos y sus padres. Dentro de este ámbito, se realizan diferentes actividades para estimular sentidos y pensamientos (hay talleres de música, biblioteca infantil, huerta, entre otros, de modo que los niños puedan activar la conciencia ecológica, de responsabilidad, de compromiso, sin descuidar el aspecto lúdico).

Como existe una fuerte convicción de que el arte es un fuerte generador de creatividad, ocupa un espacio de vital importancia dentro de la institución. No solo se llevan a cabo actividades artísticas de manera habitual, sino, también, comunitarias: de modo que, por ejemplo, se realizan muestras artísticas abiertas a la comunidad.

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Se agradece la gentileza por la imagen. © CAFF

En este espacio lo que se desea privilegiar es el derecho de los niños a JUGAR, «así, con mayúscula… es decir armar una casa con telas, escuchar una poesía, pintar una hoja grande, apilar cajas y armar un tren o una ciudad», señala Amalia Boselli, responsable de esta área, y agrega: «Estamos convencidos de que el juego, los cuentos y lo que los chicos inventan son, en sí mismos, formativos. En muchas instituciones “el juego es algo para…”, nosotros estamos convencidos de que es el motor de aprendizaje».

Si bien las actividades tratan de ser los menos dirigidas posibles, se rescatan el valor de la responsabilidad y de la puntualidad. Hay momentos de juegos en los que pueden participar los padres, otros en los que solo lo hacen los niños, y mientras, los padres/madres pueden realizar pintura sobre macetas, lo que también genera un sentido de pertenencia para ellos. Los niños pueden ser observadores en algunas actividades, no se los obliga a participar. Les sugieren que traigan dos frutas para compartir en la merienda grupal.

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Se agradece la gentileza por la imagen. © CAFF

Vale la pena remarcar que es muy importante el concepto de ‘comunidad’ (comunitario) para esta organización. No solo los niños con familias (en situación o no de vulnerabilidad) pueden gozar de las actividades que allí se llevan a cabo, sino que, como ya les conté al principio, está abierto a todos los niños que quieran concurrir y a todos los que deseen colaborar, no solo como voluntario, sino, también, como patrocinador, aportando desde una módica suma.

En sintonía con esto, vale la pena hacer una mención de las ludotecas móviles.

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Se agradece la gentileza por la imagen. © CAFF

Ludotecas móviles
Tras analizar que en muchos casos los niños no llegaban a la CAFF (porque tal vez sus padres no los llevaban o por desconocimiento) y con la clara y firme consigna de apertura y de espacio comunitario, se les ocurrió sacar las ludotecas a la calle y «así contagiar a la comunidad la alegría que da la infancia y su desarrollo pleno».

Es por eso que este año, se está gestando el proyecto La Ronda se agranda, armada por la CAFF y enmarcada dentro del programa de la Fundación Arcor Comunidades Educadoras. Esta propuesta es llevar más espacios y tiempos de juego para adultos y niños al aire libre, ocupando las plazas, veredas y los patios de los jardines y escuelas de la zona, siempre haciendo foco en el derecho al juego.

«Para ello la propuesta es ampliar y diversificar las oportunidades comunitarias de juego y encuentro a lo largo del año, encuentros que servirán de antecedente y prolegómeno del gran festejo comunitario para los más chiquitos, que constituye la Semana Anual de la Primera Infancia, que se realiza desde 2007, a fines de octubre», sigue contando Amalia, entusiasmada. «Estos nuevos espacios y tiempos serán definidos por padres y docentes de las diferentes organizaciones que conforman la Mesa. Las propuestas lúdicas en cada encuentro también serán decididas en conjunto y contarán como recurso de una juegoteca itinerante que ofrecerá 6 territorios de juego organizados en 5 cajas “cubo” con materiales separados temáticamente». Finalmente, para reforzar la participación del mundo adulto, se propondrá a las madres y a los padres de la CAFF, construir juegos y juguetes para contribuir a equipar los cubos de la juegoteca rodante.

 

 

El fomento en la infancia de un espacio de juego, de apertura a la imaginación es una apuesta a futuro de mentes más libres, ávidas de conocimiento, de lectura y de reflexión, de eso estoy segura.

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CAFF Tigre
Alemania 528, El Talar, Tigre (1648), Buenos Aires
4740-2888

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caffyc@hotmail.com