Por: Diego Hernán Armesto
Hace dos semanas es parte de las crónicas políticas cotidianas la sigla “AGN”. Resulta llamativo y difícil de entender que se de por supuesto el conocimiento de las siglas y sus funciones por parte del ciudadano común, por tal motivo voy a intentar explicar en estas pocas líneas que es la “AGN”.
La “AGN” es la AUDITORIA GENERAL DE LA NACION, y la reforma constitucional de 1994 creo este organismo con atribuciones especiales, que viene a cumplir con los frenos y contrapesos que se hacen necesarios en el diseño institucional de la república.
La AUDITORIA GENERAL cumple funciones de control externo del sector público, por cuanto en determinadas situaciones, la AGN puede corregir sus excesos y faltas graves, en definitiva es un organismo que lucha contra la corrupción.
Se ubica dentro del Art. 85 de la Constitución Nacional y depende del Congreso Federal, donde los controles patrimoniales, económicos, financieros y operativos, son una atribución de este Poder del Estado, pudiendo el mismo Poder Legislativo sustentar sus opiniones en los dictámenes de la Auditoría General de la Nación.
Así, la AGN es un organismo de asistencia técnica del Congreso de la Nación, con autonomía funcional, y está integrado en la actualidad conforme lo establece la Ley 24.156, ya que hasta el momento no se reglamentó como corresponde este instituto.
Tiene mucha amplitud en sus funciones de control, ya que tiene a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la administración pública centralizada y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de organización, y las demás funciones que la ley le otorgue.
Con la Auditoria General de la Nación, se jerarquizó constitucionalmente el “control” con la finalidad de luchar y combatir la corrupción en el sector público.
Sobre la designación de sus miembros se establece que tres serán designados por la Cámara de Diputados y los tres restantes por el Senado de la Nación. Quien ejerza la presidencia del organismo será nombrado por los presidentes de ambas Cámaras por resolución conjunto, a propuesta del partido de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso.
En conclusión, como se establece en sus objetivos “La AGN enfrenta un importante desafío: lograr una mayor racionalidad del accionar del sector público”, por tal motivo, resulta necesario acentuar los controles propios de la administración, proveyendo mecanismos claros y transparentes que permitan poner por delante el interés y el bienestar general.
