Por: Mariana Grimaldi
Un chupete es sólo eso hasta que pertenece a un bebé determinado. A partir de allí pasa a tener un dueño y se convierte en un objeto muy preciado, tanto para los bebés como para los padres. Pero qué pasa si hay muchos niños en un mismo lugar (como sucede todos los días en las guarderías o en los jardines maternales) y que usan chupetes iguales o parecidos? Cómo saber cuál es cuál y de quién es cada uno de ellos?
Gisela Imas y su socia, Daniela Levin (madres acostumbradas a que sus hijos pequeños perdieran o cambiaran chupetes con sus compañeritos) se propusieron hacer algo al respecto y crearon en septiembre de 2009 La Chupetería, una línea de chupetes personalizados con el nombre de cada bebé. Para ello estudiaron detenidamente la oferta que existía en el mercado y se encontraron con que no había ninguna propuesta de ese estilo.
Pero, para fabricar un producto tan delicado era necesario investigar detalladamente el proceso y además había que averiguar cómo hacer para estampar el nombre en el frente del chupete sin que no se borre con el uso y los lavados. Les llevó más de seis meses pero finalmente lo lograron: hoy fabrican chupetes de alta calidad, que cumplen con las normas de higiene y calidad impuestas por las leyes argentinas. Y además, consiguieron efectuar el grabado de los chupetes con un procedimiento atóxico que permite esterilizarlos la cantidad de veces que sea necesario.
En negocios y por Internet
Desde un comienzo, las socias tenían decidido que el lugar adecuado para comercializar los productos de La Chupetería eran los negocios donde se venden productos para bebés. Si bien a través de la página en Internet se pueden encargar y comprar los chupetes, ellas pensaron que era importante que el cliente los pueda ver en “vivo y en directo”, en las vidrieras. Y no se equivocaron. Además descubrieron que sus chupetes resultaban un éxito como regalo de nacimiento ya que se comenzaron a vender mucho en los locales ubicados cerca de las maternidades en reemplazo de los tradicionales escarpines.
La presentación de los chupetes también fue cuidadosamente seleccionada por las emprendedoras. Una caja con un diseño muy delicado y en colores pasteles funciona como marco para los dos chupetes que vienen en cada una. Además del nombre (también se le puede poner una frase o un dibujo) y el color del chupete (tienen una amplia variedad), se puede elegir que la tetina sea de látex o de silicona y redonda o anatómica, de acuerdo con la preferencia del cliente.
Para la venta en los locales comerciales, tuvieron que armar una partida de chupetes con los nombres más utilizados, tanto de nena como nene. En caso de que un cliente quiera otro nombre, puede hacer el encargo por Internet y retirarlo en la oficina o recibirlo a domicilio con un recargo (tanto en Capital como en el interior del país). El valor de la caja de chupetes es de 50 pesos.
Para el desembarco en el interior del país optaron por un proceso parecido al que implementaron en Buenos Aires. Como comenzaron a recibir muchos pedidos desde otras localidades decidieron que era una buena oportunidad para abrir ese mercado. Estudiaron en detalle los nombres más populares de cada lugar para elaborar las primeras partidas y se largaron. Así, lograron estar presentes en locales comerciales del rubro de varias provincias y en las ciudades más importantes del país.
Gisela y Daniela también ofrecen sus productos a empresas de ajuares para complementar sus sets. Para ellos prepararon una presentación especial que consta de un chupete individual envuelto en una bolsa de organza.
Tras el éxito, nuevos productos
Con el correr de los meses, el propio mercado les fue exigiendo la incorporación de nuevos productos más allá de los chupetes con nombre. Entonces, La Chupetería comenzó a comercializar una serie de artículos que completan el ajuar para el recién nacido.
Mantitas recibidoras, babitas, toallones, baberos y porta chupetes son algunos de los productos que incorporaron. Pero a diferencia del resto de las empresas de la competencia también incluyeron una línea plástica (fabricada con los mismos estándares de calidad que los chupetes) que ofrece vasitos, mamaderas, platos térmicos y cubiertos. ¡Y todos también son personalizados con el nombre o inicial del bebé!