Por: Mariana Grimaldi
La tecnología llegó para quedarse. Y todos los sectores son testigos de este avance definitivo. Y el mundo infantil tampoco es ajeno. Sólo basta con ver los juegos y juguetes que los más pequeños prefieren.
Sin embargo, existe una tendencia de volver a lo lúdico, a lo didáctico y a lo creativo. En ese sentido existen negocios especializados que venden sólo juguetes y juegos creados bajo esa premisa. Y dentro de las opciones que actualmente existen en el mercado, está Pintarte, un kit de arte con una remera para pintar.
María José Sanz y Carola Nougués son las creadoras de este proyecto que busca motivar a niños de cuatro a ocho años, para desarrollar su creatividad artística por medio del juego. “En la era del entretenimiento electrónico, esta opción propone hacer una pausa para pintar y profundizar el vínculo entre los integrantes de la familia y amigos que participan del proceso creativo junto a los más chicos. Y eso es un gran valor para nosotras que nos gusta compartir momentos gratos con nuestros hijos”, explica Carola.
El kit está compuesto por una caja con forma de remera que contiene cuatro potes con pintura para tela (incluye un instructivo para aprender a mezclar los colores), un pincel, dos recipientes mezcladores y una remera blanca de algodón estampada. Se puede elegir entre ocho ilustraciones y distintos tamaños de acuerdo a la edad (viene en talle 4, 6 y 8). El valor del kit artístico es de 120 pesos.
El nacimiento del proyecto
Pintarte se convirtió en un éxito de ventas en tan sólo seis meses (salieron al mercado para el Día del niño) aunque el desarrollo de la idea llevó un poco más de un año, ya que conseguir los productos de calidad que hoy ofrecen les demandó mucho trabajo y muchas pruebas. Actualmente cuentan con diez proveedores locales que las abastecen de todos los artículos que conforman el kit.
Para el diseño de los dibujos de las remeras, convocaron a la ilustradora Carolina Spinetto para que le dé forma a los diferentes motivos. Y como la idea es utilizar las remeras para difundir también el arte, un proyecto es convocar a distintos dibujantes, pintores o artistas para diseñar nuevos modelos para sus prendas.
Cómo llegar a las grandes tiendas
Si bien originalmente habían pensado crecer de a poco a través de la venta de las remeras en pequeñas jugueterías y su página web, una ocurrencia de Carola cambió los planes por completo: “De caradura, llamé al call center de Falabella. Pedí el mail de la persona que se ocupaba de las compras y le mandé fotos del kit con las remeras. Y nos llamaron enseguida para comparnos”, confiesa Carola entre risas. “La verdad es que tuvo más que ver con animarse que con los contactos que uno pueden llegar a creer que se necesitan para entrar a este tipo de grandes empresas. Y en todos los casos en donde estamos presentes hicimos los mismo: fuimos a cada uno de los locales donde ahora se venden nuestras remeras, las dejamos unas muestras y nos llamaron”.
Pero ese rápido crecimiento no estaba en los planes y eso les demandó decidir si pegaban el salto para pasar de vender 500 cajas a proyectar la venta de unas 1500 en el corto plazo. Con el apoyo de sus familias siguieron adelante y contrataron gente para que colabore con el armado de los kits. “Por suerte estamos reabasteciendo a todos los que ya les vendimos anteriormente. Calculamos que en los próximos meses vamos a estar por encima de las 2 mil remeras, que superan ampliamente lo que tenemos proyectado”.
Si bien todavía no tienen la idea del local propio, para este año están pensando lanzar una nueva línea de impermeables y paraguas para pintar. También la idea es seguir creciendo en el mercado local y además llegar a Chile y Uruguay.