Llevaba un tiempo y varios libros leídos con la idea dándome vueltas, cuando hoy a la mañana, en el diario El País, encontré una nota que planteaba esto que ahora pienso que muchos, no solo padres y docentes, alguna vez nos hemos problematizado al menos un rato cada cierto tiempo. Específicamente, el rol, el valor y la supuesta importancia que tienen las novelas y cuentos que se escriben para los adolescentes. El artículo, firmado por Miqui Otero, presenta dos posturas antagónicas que expresan los extremos de la discusión. Sintéticamente, una, la de Neil Gaiman, que sostiene que no existen libros malos y que todo aporta en la formación de los lectores, y la otra, con Tim Parks de vocero, que reprueba a los libros producto y propone que la formación lectora comience con Romeo y Julieta. De cualquier forma, la nota de El País se concentra en las lecturas globalizadas, en las sagas y novelas que son best sellers y que circulan a lo largo y a lo ancho del planeta. Continuar leyendo