El poder es de la gente

#EscritosDeLaVida

Los políticos no han venido a salvarnos a todos.

Tampoco han venido a salvarse a ellos mismos.

Cuando acceden a cargos, son representantes legítimos de la soberanía popular.

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Y deben obrar en consecuencia.

Por eso tan importante como escuchar los resultados de las urnas, es responder en el accionar cotidiano con políticas que atiendan a los reclamos de los electores.

La inflación, la inseguridad…

Mirar para otro lado, es una técnica fallida que la soberanía popular hace notar cuando se expresa.

La sociedad suele creer en los políticos honestos, trabajadores y capaces. Pero suele elegir a quienes la escuchan. Y se muestran proclives a dar respuesta a sus demandas.

Como suele dejar de elegir a quienes le dan la espalda. Más allá de sus discursos, retóricas o expresiones demagógicas tendientes a persuadirla.

No es una cuestión de nombres ni de personas. Si alguien logra un desempeño electoral notable, no es porque se ha transformado en mesías. Es porque genera la confianza que dará respuesta a las demandas.

Si así no lo hiciere, las urnas en algún momento se lo recordarían.

Por eso pensar en personalismos o salvadores, es distorsionar la realidad. O creer en la mentira. Por más bien intencionada que fuera.

No hay aplauso, ni grito, ni adulación que logre sostenerla. Más allá de que pueda producir un efecto tan necesario como reconfortante para el mandamás de turno.

Los adultos no debiéramos creer ni en súper héroes. Ni en súper heroínas. Por más bien intencionados que fueran.

Puede que el facilismo nos invite a depositar toda la responsabilidad en el otro. Pero nadie es el responsable total del éxito, ni del fracaso. Estamos todos involucrados en la construcción de la realidad que vivimos.

Hasta quienes miran para otro lado.

Llevar adelante el país no es obra de ninguna persona en particular. Si no de todos los argentinos.

Quizás cada tanto las elecciones vienen a recordarnos que el poder no es propiedad de ningún particular. No es de ninguna persona, de ninguna ideología, de ningún partido…

Es de la ciudadanía.

Los políticos que se transforman en funcionarios no deberían olvidar que despliegan cargos circunstanciales.

Y que las instituciones están siempre por encima de las personas.  Aunque les cueste aceptarlo o entenderlo.

Cuanto más se confunden, denigran su accionar y generan un efecto boomerang hacia el futuro.

Que suele cobrarles esa confusión.

En democracia, suele llegar el día donde el pueblo aclara la equivocación.

El poder no es de Cristina. Ni de Scioli. Ni de Macri. Ni de Carrió. Ni de Massa. Ni de quienes vendrán…

El poder es de la gente.

 

*Que tengan un excelente día. Hasta la próxima!

Escritos de la Vida - Juan Valentini

 

*Juan Valentini es autor de “Escritos de la Vida”. Los contenidos de este Blog no forman parte del libro. También es autor del libro de superación personal “El Campeón: filosofía práctica para ganar en el juego e imponerse en la vida”.