Lejos del verano, nos encontramos en la mejor época del año para ocuparnos de la piel del rostro y prepararla para los meses de calor que vienen.
Dentro de la amplia gama de tratamientos que tenemos hoy en día, son 4 los más utilizados para que tu piel pueda lucir radiante:
- Peelings Químicos: consiste en la aplicación de ácidos de origen frutal en el rostro que tienen como finalidad renovar las capas superficiales de la piel, reducir arrugas, reducir acné, tratar el fotodaño recibido durante el verano y suavizarla. Es un procedimiento muy sencillo que rápidamente permite reincorporarse a las actividades diarias con un leve enrojecimiento de la piel que cede en pocas horas. Se recomiendan 6 a 8 sesiones anuales y pantalla solar mayor a 30.
- Mesopeel: se combinan sesiones de aparatología con punta de diamante para eliminar suciedad y toxinas de la piel más la aplicación a través de microinyecciones de sustancias revitalizantes, hidratantes y antioxidantes que penetrarán más fácilmente logrando un rejuvenecimiento en las capas profundas de la dermis. Se recomiendan como mínimo 6 sesiones.
- Mesoglow: se aplica ácido hialurónico en altas concentraciones a través de inyecciones con una aguja muy fina que permite hidratar las células en profundidad para proteger la piel de la sequedad que provoca las bajas temperaturas y así rellenar arrugas finas.
- Plasma Rico en Plaquetas: sin duda el tratamiento antiage de excelencia en estos últimos tiempos. Consiste en la extracción de sangre del propio paciente, luego a través de tubos descartables se introducen en una centrífuga y se obtienen las plaquetas concentradas. Su aplicación se realiza con una previa activación a través de microinyecciones en rostro, cuello y escote. Su finalidad es generar grandes cantidades de colágeno y elastina dando como resultado menor flaccidez, menos arrugas y aumento en la luminosidad. Es el tratamiento más apropiado para reducir la edad de la piel en especial en pacientes que entraron en la menopausia. Se recomienda comenzar a los 30 años, la cantidad de sesiones anuales va a depender del criterio médico y el grado de envejecimiento.