El objetivo de este tratamiento es renovar las capas superiores de la piel, funciona como un exfoliante, pero el resultado es superior. Sin embargo, y al contrario que loa exfoliantes o la microdermoabrasión, el tratamiento se realiza mediante un proceso químico con ácidos.
Trata las manchas, algunas cicatrices, las cuperosis y también las pequeñas arrugas. Al descamar la piel se reduce el espesor de las capas superiores y el tono se vuelve mucho más resplandeciente. Al renovar la piel se reactiva la producción natural de colágeno, de modo que se forman nuevas células y el rostro luce mucho más fresco y tonificado.
Antes del tratamiento: la preparación de la piel
El peeling químico exige una preparación de la piel, para ello el médico nos recetará una crema especial y en las sesiones controlará el tiempo de acción del producto sobre nuestro rostro para que el resultado sea completamente homogéneo y no haya riesgo de quemaduras.
Dos Niveles de Peelings
PEELINGS SUPERFICIALES: daremos resplandor al rostro. Sólo actúa sobre las capas superficiales de la piel y el resultado es un rostro más luminoso, con los poros cerrados y sin imperfecciones. Con el tratamiento se renueva la piel pero a un nivel poco profundo. Es una técnica que también se recomienda para tratar problemas de acné. Tras una intervención de este tipo podemos retomar a nuestra vida diaria con total normalidad. Se aconsejan 3-6 sesiones cada 7 a 10 días.
PEELINGS PROFUNDOS: se aplica en aquellas personas que quieran tratarse las arrugas, las patas de gallo o demás imperfecciones. El resultado: ¡rejuvenecimiento garantizado! Después de la sesión, tendremos la sensación de haber sufrido una insolación. La descamación dura 3 a 5 días, el médico recetará cremas especiales para hidratar la piel. Se aconsejan 4 sesiones al año, una cada 15 días.
Independientemente del tipo de peelings que no indique nuestro médico, no podremos exponernos a rayos UV y tendremos que aplicarnos una crema solar de protección elevada.
Este tipo de cuidado facial también se desaconseja en personas con trastornos cutáneos activos como herpes y eczemas, en mujeres embarazadas y en etapa de lactancia.