Es actriz, bailarina y cantante, pero conquistó a los argentinos por sus increíbles e inesperadas imitaciones. En medio de una complicada agenda de trabajo, Fátima Florez recibió a Infobae para contar cómo palpita el Mundial en octavos de final.
La imitadora sostiene que la selección argentina llegará a la final y, según su presentimiento, asegura es que un hecho que la Copa será de un seleccionado sudamericano: “La gran final queda en América del Sur”, afirma convencidísima.
Cabulera en la profesión y también con la Copa del Mundo, su cábala siempre es San Expedito, y reza antes de cada partido.
Este mes es todo es celeste y blanco, dice la actriz: “Nos olvidamos de todo, estamos muy entusiasmados. (…) Es el momento propicio para ocultar todo lo que no esté bueno”.

-¿Cómo te preparás para el Mundial?
Yo soy muy cabulera. Así como soy cabulera en la profesión, de entrar siempre con el pie derecho o hacerme la señal de la cruz, en el caso de la selección, por ejemplo, vemos el partido siempre en mi casa, en el mismo sillón, en el mismo lugar. Encima cuando me levanté un segundo que quise ir a tomar algo, ahí metieron el gol los de Bosnia, así que no me levanto más.

-¿Algún recuerdo especial de los mundiales?
Siempre ver los partidos en familia, comiendo factura o siempre con comida en la mesa. Es como todo una ceremonia. Ese día uno se prepara ya desde la mañana sabiendo que ya viene el partido. La verdad, es un día muy especial, en que estás todo el día para eso, no existe otra cosa en el día que no sea el partido.

-¿El Mundial cambia tu rutina?
No, la verdad que estoy ahora justo en un momento con mucho trabajo. Pero de igual manera, nadie te va a llamar para trabajar justo en ese momento, tendría que ser un desubicado que justo te llame para un show o una grabación en el horario en que se juegue el Mundial, no puede ser que pase, sería muy, muy difícil.

-¿Tu ritual ideal para ver a la Selección?
Tranquila, verlo en casa. Me invitan a muchos lugares, pero prefiero verlo en familia, que no sea tampoco tanta gente. Prefiero verlo en familia, con mi marido, con un grupo de amigos.

-¿Cuáles son tus cábalas?
Siempre yo le rezo a mi San Expedito. Sin mi San Expedito, siento que no puedo salir. Está ahí muy presente, de hecho siempre tengo una estampita acá, del lado del corazón. Rezo todas las noches y, sobre todo, cuando hay partidos importantes o cuando uno sale al escenario en situaciones que decís, bueno, me juego todo. Siempre la cábala es San Expedito.

-¿Qué fue lo más ridículo o gracioso mirando un partido?
A veces uno se pone tanto con las cábalas… Yo cuando estoy así tirada como para atrás con las piernas para arriba, el partido está como aburrido, no pasa nada. Y cuando hago este movimiento (se incorpora), es como que el partido comienza a tomar más color, Argentina juega mejor que nunca. No sé, son cosas de las que uno se agarra.

¿Qué es lo que más disfrutás y lo que menos de los mundiales?
Lo que más disfruto es cuando gana Argentina, ver toda la hinchada, cuando todos comienzan a corear. Y lo que menos, cuando nos empiezan a chiflar, que eso puede afectar por ahí un poco la conducta del jugador, porque no está bueno que toda una cancha te esté chiflando en contra.

-¿Qué cosas no pueden faltarte mirando un partido?
Algún elemento de Argentina, ya sea gorrito, las vuvuzelas, o una camiseta o algo que tenga que ver con los colores de la Argentina. Eso no puede faltar, uno tiene que agarrarse de algo mientras ve el partido.

-¿Cómo ves a la Selección de Sabella?
La veo muy bien, obviamente que yo no soy experta, pero como simple persona que está viendo un partido, me parece que Messi cuando agarra la pelota no lo para nadie, es un extraterrestre, fuera de serie total. Por algo es Messi, es uno en millones y millones y millones. La verdad que cuando tiene la pelota, ¡¡agárrense!!
Pero además de Messi, tenemos un equipo. La verdad, son todos triunfadores, todos exitosos, tenemos muy buen material en el equipo; después cuando dicen vamos con 5, vamos con mucha defensa, uno siempre quiere, bueno, vamos con más ataque, pero el que sabe es Sabella, no nosotros.

-Mensaje para la Selección:
Que todos los argentinos estamos realmente metidos de lleno en el Mundial. Este mes estamos todos pensando, rezando y sintiendo y tirándoles la mejor onda desde la Argentina. Y los que pudieron viajar y tuvieron la suerte, ¡genial! Y los que estamos acá desde la Argentina les mandamos las mejores ondas para que lleguen a la final, ganen y vuelvan con la copa al país.

-¿En épocas de Mundial, lo único que importa es el Mundial?
Sí, la verdad que sí, el Mundial opaca todo, opaca la política, el resto del deporte, el espectáculo… Bueno, el espectáculo también se nutre del Mundial.
Todo pasa a ser Mundial, sobre todo si la Argentina sigue avanzando y avanzando y avanzando. Somos todos muy consumidores de fútbol y de la selección argentina. El país se convierte en la celeste y blanca de pronto, y así estamos todos entusiasmados.

-¿La política utiliza el Mundial para que ciertas cosas pasen inadvertidas?
Sí, la política y todo lo que se quiere ocultar, lo que no esté muy bueno. Es el momento propicio, porque el Mundial opaca todo, nos olvidamos de todo. Así que si hay algo en la política que no esté bueno, queda eclipsado por el Mundial.

-¿Hasta dónde llega la Argentina?
Para mí llega a la final. De hecho, mi presentimiento es que el Mundial es de algún país de Sudamérica. Queda en América del Sur, la gran final queda en América del sur. Y, bueno, si Dios quiere y la Virgen y San expedito, la final estaría buenísimo que sea Argentina-Brasil, y obviamente que gane Argentina.

Foto: Nicolás Stulberg