El dólar sigue subiendo…¡a no desesperar!

#BuenasFinanzas

Tocando ya los $9, hoy el dólar está en boca de todos los argentinos. Como siempre, estamos acostumbrados a la adrenalina de las crisis constantes, pero veamos qué variables podemos aún manejar para encontrar, en medio de este panorama, alternativas favorables:

En vez de quejarnos constantemente del sistema, busquemos la forma de adaptarnos y aprovechar las pequeñas y esporádicas oportunidades.

Por ejemplo: durante los tiempos en los que la economía estuvo estable (cuando aún la inflación era latente), o en aquellos pequeños lapsos de aparente estabilidad pasajera, hay quienes se ponen a pensar en el mediano y largo plazo, en función de posibles crisis futuras. Son estas personas las que tienen una cultura del ahorro instaladas en su accionar que les permite, hoy por hoy, tener oportunidades de liquidez e inversión.

Otro gran ejemplo es el de la reciente crisis inmobiliaria: hubo quienes supieron aprovecharla, adquiriendo inmuebles a precios súper interesantes y competitivos. Pero claro, para esto hay que haber ahorrado e invertido en algún momento.

¿Cuánta gente aprovecha las oportunidades?

Hoy en día, por más gris que veamos el panorama, la realidad es que si vendemos dólares tenemos una ganancia en pesos de hasta un 74%. Ahora bien ¿qué hacemos con esos pesos? Varias cosas: comprar bonos o acciones (existen opciones para invertir tanto a nivel nacional y aún existen opciones para invertir en empresas internacionales), o bien destinarlo a la inversión a través de empresas especializadas.

Existen muchas compañías que se dedican a desarrollar negocios de inversión: por ejemplo, compran un negocio y les agregan un valor extra (en gastronomía, en arquitectura, es decir, en negocios de economía real) y así se forman fideicomisos o fondos de inversiones en donde el dinero está invertido en un negocio concreto. Esto es algo que un individuo solo no conseguiría, pero a través de la unión con otros inversores se hace materialmente posible.

Hace falta, como siempre, informarse y decidir, el dinero debe estar en circulación. Mientras seguimos pensando y mirando lo que pasa, hay una economía que sigue fluctuando.

El trabajo de un asesor financiero no es analizar y debatir sobre la economía, sino ver cómo se puede actuar ante cada contexto. Evitemos la queja y busquemos el mejor beneficio en este caso para nuestros capitales. La pregunta no es qué pudimos haber hecho, sino qué podemos hacer hoy.

En finanzas hay que aprender a educarse, a aprender del contexto. Lo importante es saber que siempre y cuando estés haciendo algo, va a ver un resultado, pero si no hacemos nada, nos paralizaremos. Cada uno deberá analizar su perfil de seguridad y ganancia, buscando en definitiva lo que se adecúe a su propio estilo financiero.

¡Manos a la obra! ¡Toda crisis es una oportunidad!