Vamos a empezar con el resumen de la semana 15 de la NFL. Esta fue una semana con grandes sorpresas, ya que varios de los líderes divisionales perdieron y algunas posiciones que parecían ya definidas, hoy no lo están tanto, lo que sumará al espectáculo de la semana final.
Empezamos con la silla caliente que es la AFC. El jueves, en el encuentro que arrancó la semana, el que tenía todos los boletos para ser el primer sembrado de la división, los Denver Broncos cayeron ante los San Diego Chargers por 27-20. Los del Sur de California jugaron como debía hacerlo un equipo con la espalda contra la pared, usando el juego de carrera (36 oportunidades) para mantener a la ofensiva de Denver fuera del campo. Ahora tienen una mínima chance de llegar al #6 de la AFC.
Esto le abría las puertas a los New England Patriots para posicionarse como primeros. Sin embargo, tampoco pudieron vencer a los Miami Dolphins en otro encuentro con final agónico. Aún sin varios de sus receptores, Tom Brady se las ingenió para mantener a su equipo en la pelea casi hasta el final, cuando en zona roja fue interceptado por un CB reserva llamado Michael Thomas. Gran victoria para los del Sur de la Florida, que aún tienen chances de playoffs.
Ambas derrotas le daban la posibilidad a los Cincinnati Bengals de aspirar a la semana de descanso. Pero arrancaron dormidísimos contra los Pittsburgh Steelers (0-21 en el primer cuarto) y lo pagaron caro, perdiendo 30-20 contra un equipo sin chances de playoffs. Los Bengals tienen un buen equipo, pero a veces pecan de infantiles a la hora de cerrar los partidos. Los de la ciudad del acero están ya pensando en la temporada que viene, pero esta victoria les da un buen empuje moral.
Uno que puede aprovechar estas caídas y armarse de cara a enero, son los Kansas City Chiefs que con una enorme actuación de Jamaal Charles (CINCO touchdowns, cuatro de recepción, se quedó a uno del récord de Gale Sayers para jugadores no-QB ) aplastaron 56-31 a los Oakland Raiders, que siguen teniendo grandes problemas por todos lados, ni siquiera Matt McGloin pudo escapar esta vez, ya que tiró cuatro intercepciones. Esta es la mayor cantidad de puntos permitida por los de la Bahía en toda su historia.
En la NFC, los New Orleans Saints parecían tener todo liquidado después de su victoria ante Carolina. Pero de visita son un equipo totalmente distinto y se notó en su derrota contra unos St. Louis Rams que no han sido consistentes este año. Fue 26-17, pero los de Drew Brees estuvieron inofensivos durante tres cuartos y sólo pudieron decorar el resultado sobre el final. Es un equipo al que jugar fuera de su domo se le complica mucho. Por suerte para ellos, cortaron al pateador Garrett Hartley, al que le echarán la culpa de este fracaso (?)
Y ahora parece que los de Louisiana tienen que mirar para atrás: Carolina Panthers aprovechó su derrota y con su victoria ante los New York Jets por 30-20 se prendió en la pelea por la división, la que se definirá en esta semana cuando tengan su partido en casa ante los Saints. Una buena tarde para Cam Newton, DeAngelo Williams y los suyos. Por el lado de los Jets, vale mencionar que Geno Smith sólo tiró una intercepción y que el DT Sheldon Richardson anotó en una jugada de carrera.
Otra épica debacle para los Dallas Cowboys, que tuvieron una primera mitad de ensueño, con récord de yardas incluido (323) y parecía que se llevaban puestos a los Green Bay Packers. Sin embargo, inexplicablemente dejaron de correr (Football Básico: cuando estás en ventaja, hay que correr principalmente, para que el tiempo de juego pase más rápido), dejaron de defender y con la esperable cuota de intercepciones de Tony Romo, se las ingeniaron para perder 37-36.
Sin embargo, el mejor jugador de Dallas esta semana fue Matt Asiata. ¿Quién?. El tercer corredor de los Minnesota Vikings, que visitaban a los Philadelphia Eagles como punto y sin los dos corredores titulares (Adrian Peterson y Toby Gerhart). Y sin embargo se llevaron una tremenda victoria por 48-30, con tres anotaciones del mencionado Asiata. La NFC Este tiene muchas chances de definirse mano a mano en la fecha 17.
Seattle Seahawks sigue siendo, aún con sus baches, el mejor equipo de la liga este año. Y para demostrarlo, blanqueó a los New York Giants por 23-0. Eli Manning aportó su cuota de intercepciones para que esto pase: CINCO. Hasta ahora va ganando la competencia de intercepciones contra Geno Smith por 25-21. Mal año para los QB de la Gran Manzana. Los de la ciudad del grunge esperan tranquilos los playoffs en el CenturyLink.
Fleder.-