En el reciente encuentro de la Alianza para el Gobierno Abierto, realizado en Santiago de Chile, se presentó el libro “La Promesa del Gobierno Abierto”, quizás uno de los materiales más completos sobre el tema en habla hispana. 25 autores, 6 capítulos y más de 500 páginas con experiencias prácticas, opiniones y análisis. Tuve la posibilidad de conocer y charlar con dos de sus compiladores Alvaro Ramírez-Alujas y Andrés Hofmann y hacerles algunas preguntas sobre el libro:
¿Porqué un libro sobre Gobierno Abierto?
Por la necesidad de contar con un marco de referencia amplio que permita entender las distintas aristas ligadas al tema que ha creado un explosivo interés en todo el mundo. Por otro lado, la conceptualización de Gobierno Abierto ha sido muy diverso. Creímos entonces, que era relevante colocar en una sola obra los principales componentes que definen al gobierno abierto y, además, contar con voces que algo tenían que aportar – políticos, funcionarios públicos, académicos, consultores, y representantes de la sociedad civil. Aclaramos eso sí, que nuestra intención no es entregar la última palabra sobre el tema, sino más bien alimentar el debate y promover una discusión madura e informada.
¿Cómo nace la idea y cómo se coordino el trabajo?
La idea nace en el marco del primer encuentro regional de Open Government Partnership (OGP), realizada en la Ciudad de México, en marzo de 2012. Después de participar de los debates de evento, quienes coordinamos el libro quedamos con la sensación de que: A).- Los conceptos no estaban tan claros; B) las estrategias impulsadas por los países adscritos a OGP en la región no eran las más adecuadas; C) que incluso al día de hoy, prácticamente no existen esfuerzos editoriales serios por tratar el tema con rigor y perspectiva crítica; y D) nos parecía – y sigue pareciendo – que es necesario asumir el Gobierno Abierto como algo más que una moda a la que resulta glamoroso subirse, por lo que había que asumirlo con mayor propiedad. Por otra parte, los coordinadores no nos conocíamos personalmente hasta que coincidimos en el DF. La semilla del libro fue concebida, como ocurre con tantas otras cosas que originan vida, por una casualidad feliz. Armamos un primer listado de temas (ejes temáticos). Luego hicimos la lista de posibles autores, suficientemente reputados, pero sobre todos fanáticos del tema como para que dedicaran horas a escribir un ensayo sin que les pagáramos un solo centavo. Aprovechamos para ello nuestras redes de confianza y credibilidad. Les estábamos pidiendo que escribieran de favor, sin tener claro, para nada, si alguna vez llegaríamos buen puerto. Estamos muy agradecidos por su confianza en nosotros. A partir de allí vino el tema de la convocatoria: Fueron meses de estar hinchando con mails, comunicados, twitts; moviendo deadlines, y aceptando prórrogas. Luego había que pedir sus fotos… y sus CV… que nos las hacían llegar de a cachitos, como si fueran capítulos de un libro por entregas. Trabajamos en paralelo desde Madrid y México en “formato 2.0”. Después conseguimos que el Instituto Tabasqueño de Acceso a la Información Pública contratara a una correctora de estilo. Y finalmente Oscar Guerra Ford, Comisionado Presidente del InfoDF, nos hizo el inmenso favor de poner a José Duarte y a su equipo a diseñar el libro, y a José Luis Hernández y su gente, a meterle informática. Al final, creamos una comunidad pro-gobierno abierto de personas de siete diferentes nacionalidades, que hasta el día de hoy no se conocen, pero que comparten un mismo anhelo.
¿Qué refleja el libro, cuál sería la sensación que les dejó?
Primero que nada, La Promesa del Gobierno Abierto expresa lo que cada uno de los 25 autores más José Miguel Insulza (introducción) y Joan Subirtas (preámbulo) quisieron decir respecto al tema. En segundo lugar, sentimos la satisfacción del trabajo hecho, pero el resultado final nos deja un sabor a más: Cualquier esfuerzo de este tipo es, necesariamente, insuficiente, frente al reto de que los gobiernos del mundo se transformen en gobiernos abiertos. El fortalecimiento de las instituciones democráticas, de la democracia misma, así como el empoderamiento de la gente, son procesos irreversibles que tenemos frente a nuestras narices, y ante las cuales los gobiernos y la academia se encuentran fuertemente rezagados. ¡Las demandas de la gente nos están ganando la partida! Por eso ¡hay que ir por más! Esperamos que en los próximos meses podamos idear una promesa 2.0
¿Cómo definirían el estado del Gobierno Abierto en América Latina. ¿Qué nos diferencia de otras iniciativas?
Es una promesa – como dice el título del libro – plena de potencialidades, pero que está lejos de ser realidad. Creemos que hay un terreno fértil para avanzar en la región, no solo porque los gobiernos se lo están tomando en serio (de los 58 países miembros de OGP, 15 son de nuestra región) sino porque existe una demanda social y movimientos ciudadanos muy activos que han servido para catalizar el proceso. Además, a diferencia de lo que ha pasado con otros modelos de reforma del Estado (pesemos por ejemplo en la llamada “nueva gestión pública”), en este caso estamos llegando a tiempo respecto a otras regiones del mundo. Somos tan aprendices en gobierno abierto como lo son el Reino Unido o los Estados Unidos, por lo que nadie puede dictar cátedra o afirmar que se ha graduado en el tema; es, más bien, un proceso dinámico en el que la frase de Benedetti es ilustrativa: “cuando comenzaste a aprenderte las respuestas te cambiaron las preguntas”. El hecho de que por primera vez se diseñen e implementen políticas públicas en complicidad con la sociedad civil, es algo inédito en todo el mundo y particularmente en la región. En el fondo del gobierno abierto descansa una idea que se menciona poco pero es muy potente: reducir las asimetrías y compartir poder. Ello constituye la base para un profundo cambio de paradigma en la gestión de los asuntos públicos donde la horizontalidad, el liderazgo distribuido, la participación activa y el involucramiento de los ciudadanos son pilares que soportarán el futuro de nuestros sistemas políticos (si es que así lo queremos y si estamos dispuestos a “hackear” los modos y formas tradicionales de hacer política, de gobernar, y de ejercer la gestión pública). Además, la región presenta características que podrían abonar el terreno para impulsar “ecosistemas” vinculados a algunas de las aristas del gobierno abierto. El caso más conocido es el de las hackatones, en especial “Desarrollando América Latina”, un esfuerzo que sobrepasa las fronteras nacionales y cuya inspiración trasciende y es parte del nuevo mundo que se está construyendo, desde la colaboración, el compartir, el utilizar y reutilizar datos gubernamentales para emprender e innovar con fines cívicos. La región es hoy un laboratorio de referencia en materia de gobierno abierto e innovaciones de raíz democrática a nivel mundial que nada tiene que envidiar a otras iniciativas en el resto del planeta.
¿Próximos pasos del libro?
Primero que nada, crear un micrositio web de referencia sobre Gobierno Abierto donde se hospedará el libro en múltiples formatos para su lectura y descarga. Luego revisaremos oportunidades para transformarlo en átomos, esto es, si hay alguna editorial, de las viejas, dispuesta a imprimir el libro. Si algún lector de estas líneas tiene alguna propuesta que hacernos, la atenderemos encantados. De manera paralela procuraremos crear un espacio de diálogo permanente sobre el tema, tanto entre los autores y lectores para atraer nuevas miradas. Desde el comienzo pensamos el libro como una obra “abierta”, como un primer movimiento, imperfecto pero necesario, para promover este tipo de conversaciones. Finalmente, ganas sobran para hacer otro libro que ofrezca continuidad y nuevos aportes.
Ambos participaron en la reunión Regional de OGP en Chile ¿Qué impresiones les dejó?
Fue un excelente encuentro, con miradas variadas, fresco en términos de enfoques, participantes y debate. La reunión fue más madura y potente que la primera que se hizo en México, dado el avance del gobierno abierto en la región durante el último año, y también debido a la capacidad de convocatoria de los organizadores. Importa destacar también la formulación, monitoreo y evaluación de los planes de acción nacionales de Gobierno Abierto; la inclusión de los parlamentos y de los órganos garantes de la transparencia ahí donde existan; así como la necesidad de tener marcos de referencia claros tanto desde la perspectiva de OGP –gobernanza y principios- como desde las propias estrategias nacionales que se están llevando a cabo. El Poder Judicial, uno de los poderes públicos de los Estados, no participaron. Bueno sería que pronto se sumen a esta iniciativa. Esperamos encontrarnos con ellos en el tercer encuentro.
Descargá el libro gratuitamente en: http://www.lapromesadelgobiernoabierto.info/
Contacto: libro.gob.abierto@gmail.com
Andrés Hofmann - Andres@politicadigital.info
En Twitter: @LibroGobAbierto