Por: Mauro Gago
El concepto de Lesbianismo y su derivación de las guerreras Amazonas de Lesbos
Por lo general, se vincula casi de manera inconsciente a la palabra homosexual con las relaciones amorosas entre parejas de sexo masculino, pero lo cierto es que tanto las parejas de hombres como las parejas entre mujeres son, ambas y sin diferenciación, homosexuales. La errónea tendencia a darle exclusividad para las relaciones entre varones se debe a la creencia de que la etimología de esta palabra proviene del latín, en donde homo significa hombre, sin saber que, en este caso particular, la procedencia es del griego, idioma en el que homo significa igual. En definitiva, homosexual significa de igual sexo y no sexo entre hombres.
Ahora bien, si las relaciones eróticas entre mujeres también son idilios homosexuales, ¿Por qué se denomina a estas mujeres como Lesbianas? La respuesta a esta pregunta habrá que buscarla, una vez más, en la mitología griega.
Dentro de ella existieron ciertas mujeres guerreras, hijas obviamente de Ares (dios de la guerra) y de Harmonía, cuya leyenda se diseminaba por toda Grecia porque poseían una fuerza física similar a la de los mejores guerreros hombres; portaban asimismo armas bien fabricadas por ellas, dado que la tierra de dónde provenían originalmente era rica en hierro. A estas mujeres de estirpe guerrera, con el fin de que pudieran manejar bien el arco y la flecha, se les cercenaba el seno derecho y es por ello que se las conocía con el nombre de Amazonas, ya que la etimología de esta palabra proviene obviamente del griego y está compuesta por el prefijo negativo a y la palabra mazos que significa seno (sin seno).
Paulatinamente, se fueron separando de sus familias y formaron una comunidad íntegramente compuesta por mujeres y en la que no aceptaban a los hombres, salvo en los casos en los que necesitaban ser poseídas sexualmente por ellos para reproducirse. Persiguiendo ese objetivo de reproducción, se instalaron en la Isla de Lesbos, a la espera de náufragos que llegaran a su reino y quisieran saciar su apetito sexual. Cuando ello sucedía, los retenían esclavos durante nueve largos meses, hasta dar a luz a los hijos. Si los recién nacidos eran nenas, las Amazonas las adoptaban y les inculcaban el arte de la guerra y si eran varones, los cedían a sus respectivos padres o, en casos extremos, los asesinaban.
Las Amazonas, en sus momentos de mayor violencia, se enfrentaron a valerosos guerreros griegos y aunque nunca pudieron salir victoriosas, ofrecieron duras resistencias. Su reina era Hipólita, que comandaba el ejército de las valientes guerreras, y entre sus luchas más destacadas se encuentran las batallas contra el ejército de Belerofonte (que participó también de la guerra de Troya), contra Teseo (quién violó a Hipólita y obtuvo de ella a su hijo Hipólito), contra Heracles (Hércules), contra los aqueos en la Guerra de Troya y contra Aquiles. Sin embargo, también entablaron relaciones amistosas con Los Argonautas (guerreros de Argos), a quienes hospedaron cuando tuvieron la misión de rescatar un tesoro llamado Vellocino de Oro.
Pero entre todas estas batallas, acontecieron dos que son las más significativas: la primera es la que enfrentó a Heracles contra Hipólita. Entre uno de los doce trabajos obligados que se le impusieron al héroe, se encontraba la misión de robar el cinturón de oro de la reina. En dicha misión, Heracles mató a Hipólita y le robó su cinturón. La otra batalla célebre es la que entablaron la sucesora de Hipólita, su hija Pentesilea y Aquiles en la Guerra de Troya: dado que las Amazonas se unieron al ejército troyano para defender las murallas del asedio de los griegos, el encuentro entre la mejor guerrera amazona y el mejor guerrero aqueo no se hizo esperar. En efecto, Aquiles mató a Pentesilea en el enfrentamiento, con el detalle de que en el momento de clavar su espada en el seno que le quedaba a la Amazona, se sintió perdidamente enamorado de ella y se entristeció de sobremanera al verla ya sin vida.
Lo cierto es que la existencia de las Amazonas quedó registrada en la historia, como el famoso río Amazonas en el Brasil, que recibió su nombre cuando el ejército de Orellana, conquistador portugués, se enfrentó en la vera del río a unas mujeres con una furia combativa similar a la de las legendarias Amazonas, de las que el río recibió su nombre.
Pero lo más importante de esta atrapante historia es que el concepto de Lesbianismo proviene de estas mujeres guerreras, que vivieron alguna vez en la Isla de Lesbos…