Las mujeres lloran por todo, los hombres son insensibles. Mitos que se crearon en ellas y ellos, pero que están alejados de la realidad.
Los hombres aún no tienen el permiso absoluto para llorar, las mujeres tenemos cierta facilidad para expresar los sentimientos.
Las feministas de mitad del siglo XX consideraban humillante la identificación de la mujer con la emotividad. En cambio, los hombres se formaba en ambientes donde el llanto era síntoma de debilidad.