Por: Mariano Marquevich
Maestr@s, otra vez unidos en la tarea quitarle un poco el polvo a las palabras, de ordenarnos las ideas como más nos conviene. Labor que puede resultar un poco hincha pero sirve. Y bue, tomas un poco de aire y te pones a ordenar un toque. En este caso, requiere que dispongas un par de minutos pa leer.
En la nota de hoy, bisturí en mano, vamos a volver a intervenir la palabra “amor” para intentar extirparle lo que podría considerarse una de sus tantas malas interpretaciones que corroen diariamente por las entrañas de nuestra sociedad.
[No es que sea repetitivo con respecto a notas anteriores, sino que el error es agotadoramente recurrente y en casi todos los ámbitos. Un cuarto desordenado, pero de proporciones cósmicas.]
Hoy: el amor y… ¿la fecha de vencimiento?
Ahi vamos.
Cuando un clérigo casa a dos personas, lo hace a condición de exigir a ambos amarse hasta que la muerte los separe. En el contexto de su discurso, vemos que esa frase remite a que esa unión no se separe y precede a una enumeración de obstáculos que eventualmente puedan sufrir como pareja: muertes, enfermedades etc…
La cuestión que justifica esto párrafos, es que, si verdaderamente fuera amor lo que esas dos personas se tienen, sería imposible que se termine, sino, era otra cosa…
El amor, SI ES AMOR, siempre es para toda la vida.
El verdadero amor no tiene bordes, ni fechas, ni contratos. Aunque se esconda detrás de esas ropas. Aunque las vista para que lo podamos percibir.
¿Quiero decir que nadie se debería separar? no, simplemente que el amor no depende de los arreglos que los integrantes de una pareja hagan respecto del vínculo. Amar no es sinónimo de vivir con alguien, ni de serle fiel, ni de mantenerse cerca de su perímetro o engendrar hijos.
Amar es desear que el otro despliegue al máximo su potencial.
En tal sentido, es inagotable, y no se puede amar nada si no es extensible hasta el infinito.
La exigencia del clérigo, en el mejor de los casos, resulta redundante, como pedirle a alguien que está por tirarse a una pileta, que antes firme y asegure que si llegara finalmente a caer al agua: se moje.
El amor, SI ES AMOR, siempre es para toda la vida.
A la forma del amor, la cáscara (ya sea amistad, familiaridad, sexualidad) una promesa sólo la perjudica. ¿Que sentirían ustedes si un amigo les pediría que firmen un contrato que asegure que siempre van a ser su amigo? nosé ustedes, yo lo miraría raro…
Por el contrario, dato no ingenuo… son más las parejas que se divorcian que las amistades que se separan.
Y para el contenido ya lo vimos, no hace falta una promesa. Como pedirle a un perro que se mantenga perro.
Cuando en una pareja recién divorciada viene a consulta y les indico que la separación es sólo concerniente al contrato de vivir juntos o de monogamia, que ellos aún se pueden estar amando, y que se pueden amar aún más ahora no estando dentro de la pareja. Que se pueden amar más aún teniendo nuevas parejas o no viendose nunca mas en la vida; me suelen mirar algo extrañados, pero es casi regla general que se prendan fuego.
Notas relacionadas: casi no existen canciones de amor no se puede sufrir del amor un poco de amor francés