Por: Nicolas Lafferriere
Como todos los años, el 25 de marzo se celebra el Día del Niño por nacer. Esta fecha es una ocasión propicia para repasar algunos desafíos que hoy se presentan a toda sociedad para defender la vulnerabilidad y dignidad del concebido:
- El reconocimiento del ser humano concebido como “persona”, “ser humano” y “niño”
- La protección del derecho a la vida del por nacer ante la expansión del aborto y la pretensión de su legalización;
- La protección del derecho a la vida desde la concepción frente a la fecundación extracorpórea y las técnicas de manipulación embrionarias que destruyen embriones;
- La protección del derecho a la vida del por nacer ante los proyectos de investigación que pretenden destruir embriones para generar células madre.
- El derecho del niño por nacer al desarrollo y protección social, incluyendo todas las prestaciones sociales y la atención materno-infantil.
- La protección de la salud del niño por nacer ante la aplicación del diagnóstico prenatal, de tal modo que se realice con finalidad terapéutica y nunca como paso previo a la eliminación del enfermo;
- Los derechos y deberes de los padres hacia la persona por nacer en los casos en que es necesario el reconocimiento de paternidad antes del nacimiento;
- El derecho a los alimentos desde la concepción en caso que el padre no asuma sus responsabilidades parentales;
- La protección de la persona por nacer ante su incapacidad jurídica en caso de derechos de herencia y propiedad.;
- El derecho a indemnización por muerte de la persona por nacer.
Esta sintética enumeración permite advertir la variedad de temáticas en las que resulta importante la consideración del estatuto jurídico de la persona por nacer y el reconocimiento pleno de su dignidad y protección. En el día del Niño por nacer esperamos que, como sociedad, seamos capaces de incluir a todos y trabajar por una cultura que siempre apueste por la vida.