Por: Alejo Schapire
El cuento, se sabe, es un género esnobeado por los franceses que, a diferencia de los anglosajones o los latinoamericanos, lo consideran como un mero precalentamiento, un trampolín hacia la verdadera la narrativa: la novela. Uno de los pocos autores que tuvo éxito como cuentista en los últimos años en Francia es la escritora Ana Gavalda, que hizo pie en las librerías con Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (1999). Luego, confirmó la regla firmando varias novelas. Sin embargo, su última producción son dos “nouvelles”, como se conoce a la novela corta en castellano. Nouvelle, en francés, se refiere al cuento a secas. Ignoro de dónde viene el malentendido.