Por: Alejo Schapire
Hace un par de años dejé de comprar libros en librerías, aunque mantengo la costumbre de darme cada tanto una vuelta, muchas veces para ver qué voy a descargar más tarde en el eReader. El otro día hice una incursión en el sector de best-sellers y me topé con una pantalla que pasaba el tráiler de lo que creí era la adaptación cinematográfica del libro: allí estaban los actores, la música épica, las explosiones y una voz grave en off que resumía el argumento. Le pedí una explicación a la vendedora de por qué en esta librería parisina que se jacta de poner comentarios manuscritos redactados por los vendedores para contar su extraordinaria experiencia leyendo tal título o de invitar a escritores de renombre (por esos días daba una lectura Jeffrey Eugenides) había caído en la imperdonable vulgaridad de poner un video a todo volumen con las colas de la película como argumento marketinero. Error, me dijo, se trataba de un tráiler del libro. Sí, una puesta en escena cinematográfica de la novela, en otras palabras una publicidad, no había largometraje. Se lo comenté a amigos lectores que me confirmaron que es una práctica cada vez más común.
Aquí les dejo un ejemplo, el tráiler del libro que lee la chica de la foto. El autor es Guillaume Musso, y el año pasado vendió en Francia más de medio millón de ejemplares de su última novela,” L’appel de l’ange”. Superó en venta a las Cincuenta sombras de Grey, que en breve tendrá su versión cinematográfica…