Por: Alejo Schapire
Subió a las 7.50 de la mañana en la estación Saint-Michel. Se sentó y se sacó los zapatos chatos, que se cambió por unos de tacos altos. Entonces, abrió la cartera y se puso a leer un ensayo sobre la fabulosa historia de la mercadotecnia étnica aplicada a los artículos de belleza.