Por: Alejo Schapire
La señora llevaba una pila de revistas de moda que hojeaba frenéticamente. Cada tanto, paraba en una publicidad (básicamente estas publicaciones son sólo eso) y con un gesto aprobador arrancaba la página, que metía en un sobre de papel madera. Me pareció llamativo que alguien tan atento a la apariencia fuese vestido así, pero qué sé yo de moda.