Por: Alejo Schapire
El turista japonés (ay, las generalizaciones) tiene altas expectativas en cuanto a las maravillas que lo esperan en París. Sin embargo para algunas decenas del millón que visita cada año la capital francesa, el viaje es una pesadilla. El choque por deslumbramiento, estrés, jet-lag, decepción, la grosería parisina, o todo eso junto, da a veces lugar a una enfermedad alucinatoria conocida como el Síndrome de Stendhal. Los japoneses son las víctimas más frecuentes de este mal y son tratados en un servicio especialmente dedicado en los hospitales parisinos o inmediatamente repatriados a su país. Estas chicas se dirigían al Castillo de Versalles.