Por: Silvia Cordano
Un sándwich para conquistarlo. 300 para que te proponga matrimonio.
Regla de tres simple, concreta y directa. Serà que la mejor manera de llegar al corazón de un hombre, es a través de su estómago?
Vayamos pensando qué hacer con tantos manuales y técnicas de seducción, autoayuda e interminables disertaciones al respecto.
El amor habita entre dos panes. Y si es con un control remoto , escucharás el aleteo de ángeles anunciando el soñado ” vivieron felices para siempre”.
De esta manera piensa la periodista Stephanie Smith, quien pretende prepararle 300 sándwiches a su novio para que le proponga matrimonio. La ansiosa novia cuenta que todo comenzó cuando le preparó a su pareja un aperitivo y este le dijo que era el mejor sándwich que había comido en su vida y la conminó a prepararle 300 antes de comprarle un anillo de compromiso. Stephanie se tomó el desafío muy a pecho y va por su sándwich número 194.
” A mi novio le interesan dos cosas: La guerra de las galaxias y los sándwiches, no importa de qué tipo. Dos piezas de pan, un poco de carne y está en el cielo”, dice la periodista del New York Post.
Analicemos por un segundo al novio y una de sus frases que quedaràn para la posteridad en el manual del atorrante universal:” Los sándwiches son el amor. Y no se pueden comprar en los Deli( tiendas de comestibles)”. Una bomba directa al centro de la culpa de su novia, que trabaja todo el día en el diario.
Es por eso que, motivada por el anillo de compromiso como la zanahoria que persigue el conejito, Stephanie armó un blog donde muestra sus creaciones culinarias y su esmero para alcanzar semejante galardón. Se llama ” 300 sandwiches” y se ven deliciosos.
Claro que , tras confesar la autoría del blog, la periodista desató un aluvión de críticas femeninas, que recogió con elegancia y estoicismo.
“Si El es un hombre por el que vale un sándwich, por qué no hacerle 300?”, dijo , para aclarar luego que se trató en el fondo de una broma.
“Mi novio es el gourmet de nuestra relación, pero todos los días me pide que le haga un sándwich. Cada mañana, lo primero que dice es quiero un sándwich. No pregunta dónde estàn sus calcetines o dónde las llaves. El pide comida”, confiesa.
300sandwiches.com
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