Por: Mariana Dahbar
No es necesario ser experto en marketing o del negocio televisivo para darse cuenta que la televisión abierta en estos últimos años se vio afectada no sólo por alto crecimiento del cable, ni por las nuevas plataformas de comunicación y nuevas conductas de los televidentes, que involuntariamente se convirtieron hoy en sus propios programadores. Cuando ya los presupuestos no son lo que eran y la tolerancia es cero a la hora de bancar y sostener un producto recién parido… Ahora inexplicablemente también es claro percibir el desprecio a los número uno, y esto último tarde o temprano agudiza el estado de terapia intermedia actual.
Para muestra basta un botón, tomemos por ejemplo el caso del canal de San Cristobal.
Desde un tiempo a esta parte Telefe se ha encargado de maltratar a figuras que durante mucho tiempo se han convertido en un sello distintivo para el canal y a la vez, imposible pensar en ellos sin pensar en Telefe.
Hace unos meses, nos sorprendía la noticia del regreso de Marcelo Tinelli al canal que lo catapulto al estrellato. Y cuando todo estaba definido “99 a 1″ , alguien le estampó un contrato en la cara como condición para su desembarco, y si no le gustaba que se fuera a otro lado.
El resultado, el 2013 transcurrirá sin Tinelli en la tele. Quiza las culpas deban repartirse entre la nueva política del canal y el exceso de necesidades del conductor.
Pero Tinelli no es la única víctima de Telefe. Desde hace unos años tambien Susana Gimenez viene recorriendo una excursión por distintos horarios del prime time, incluyendo los domingos. Los cambios van desde desaparecer un año entero, bajo el falso deseo de la conductora de tomarse un año sabático, a hacer un programa semanal, hacer un diario o hacer lo que hace hoy: dos programas en horarios diferentes y en días que cambian cada vez que el rating lo determine. ¿Es justo que la gente tenga que adivinar a que hora estará Susana la próxima semana, el próximo mes; o si la podrá disfrutar una, dos o todos los días de la semana? Es hora que el “Hola Susana” y el “Susana Gimenez” cambie de una vez por todas por LA NOCHE DE SUSANA, la gala que hace rato se merece la televisión argentina, ya sea una vez a la semana o de lunes a viernes, pero que quede claro para su público, los únicos responsables de haberla consagrado hace tiempo número uno de la TV.
Pero en Telefe parece que el problema pasa no ya por quien contratar sino porque para contratar un número uno deberian ofrecer horarios que el canal hoy por hoy parece tener cautivos. Hablando de Susana todo el mundo sabe que su horario tradicional fue desde siempre (en la era Telefe) las 20. Pero ese horario (inicio del prime time) lo ocupa Telefe Noticias que no logra, excepto un intervalo que fue arrastrado por el gran éxito de Graduados, vencer al tradicional Telenoche del 13. Es que por más que le pongan onda al momento de contar las noticias, es muy dificil quebrar un mito. Solo con otro mito deberia lograrlo, y hay quien piensa en el canal de San Cristobal que ese mito es Susana.
Ahora bien, ¿Tinelli iba a tener aire en el horario deseado? Imposible adivinarlo. En principio debido a que desde hace años las novelas de Telefe se ven casi en trasnoche cuando desde siempre fue un gran éxito verlas después del mediodia. Pero hoy, ese horario es ocupado por las noticias y luego por la enesima repeticion de Casados con Hijos. ¿Alguién en Telefe no debería repasar la fórmula que supo consolidar, hace un tiempo no muy lejano, a dicho canal como lider absoluto? Pareciera que hoy están pensando más en como no dar “ni un paso atras”, que volver a tangibilizar la gloria. Señores, vale la pena decirles que “ni un paso atras” no es un buen ejemplo a seguir. La realidad esta a la vista, y no solo le cabe a Telefe.