Hace dos semanas Obama sufrió una de las peores derrotas de su mandato. El proyecto de ley que buscaba incrementar el control de armas en el que utilizó gran parte de su capital político fracasó en el Senado a pesar de contar con (según las encuestas) el apoyo del 90% de la población. La frustración de Obama en el discurso que dio tras este fracaso, desde el jardín de la Casa Blanca, era evidente.