Una nueva cultura urbana llegó y parece que para quedarse un buen rato: los hipsters. Esta nueva tendencia está representada por jóvenes en su mayoría de entre 20 y 35 años, quienes se muestran con pensamiento independiente, intentando apartarse de las modas del momento, vistiendo y escuchando música no comercial. Ya los vemos por los nuevos destinos cosmopolitas en las ciudades hasta en las selfies de las redes sociales. Su vestimenta se basa en una perfecta combinación entre prendas vintage y modernas. Además, lucen sus lentes de pasta estilo Wayfarer y no salen a la vida sin sus gadgets de última generación.
En el caso de los hombres, vemos que se dejan crecer el vello facial como símbolo de modernidad y virilidad. Una barba larga, como de “náufrago” con un aspecto falsamente descuidado. Y digo “descuidado” ya que a causa de esta nueva tendencia, las consultas por implantes de barba crecieron exponencialmente, primero en Europa, New York y ahora en nuestro país. El implante de barba ya no es exclusivo para quienes quieren ocultar cicatrices.
Quienes marcan esta tendencia y padecen alopecia en la barba, recurren a esta sencilla intervención de trasplante de barba. La técnica utilizada para realizar este proceso es conocida como F.U.E (Follicular Unit Extraction) y consiste en trasplantar pelo por pelo desde la zona donante posterior de la cabeza a la zona donde no hay barba actualmente. Cabe aclarar que esta micro- intervención no genera dolor o recuperación prolongada y los hombres que acuden a esta tecnología continúan con su rutina al día siguiente, dado que los resultados son naturales y realmente efectivos.
Sin dudas, estamos frente a una moda que llegó para quedarse y la creciente demanda del trasplante de barba en nuestras clínicas de Hair Recovery, confirma un fenómeno social sin fronteras.