El camino a ser padres

#MedicinaReproductiva

El camino de ser padres puede resultar corto, sencillo, imprevisto, relajado,  ”sivieneviene”, “mientrasvengasanito”, y demases… y para otra gente como nosotros, puede ser más largo, difícil, estresante y sobretodo agobiante. En fin, durante años fantaseamos acerca  del momento en que nos convertiríamos en padres, con diferentes expresiones: “yo voy a tener 3 hijos”, o  ” que  primero venga el varón y después  la nena, así tengo la parejita”, o “yo voy a quedar embarazada a los 32 del primero, a los 35 busco el segundo y a los 38, si todavía  tengo ganas, el tercero”… o, años usando anticonceptivos porque “todavía no es el momento” y de repente … nos damos cuenta que  nuestro programa minuciosamente elaborado no será tal… que para ser padres, la cosa no se nos dará  como a cualquier hijo de vecino, la búsqueda no será sólo de a dos, para ser papás vamos a necesitar que nos ayuden.

Pero bueno, una vez superada la incertidumbre inicial, el “nopuedeser”, el “si me relajo tal vez”… asomamos la cabeza y nos damos cuenta que, tal vez no será de la manera que pensábamos que sería pero, definitivamente,  lo que sabemos seguro es que queremos un hijo y que aunque el camino sea un poco más largo o más tedioso,  si el objetivo es claro y deseado vamos a poder lograrlo.

Soy médica ginecóloga, me dedico a la medicina reproductiva desde hace 10 años y hace casi 5 me tocó ser además paciente. Paciente de paciencia, porque esa es la primer virtud que hay que tener cuando de infertilidad se trata, y paciente como usuaria de la medicina.

Si, el famoso “en casa de herrero, cuchillo de palo” me describía en pinta.  Fue duro convivir el día a día del consultorio con la identificación permanente, con el  escuchar las historias de mis pacientes y hacerlas mías, con la emoción enorme de cada positivo logrado y la frustración profunda cuando no lo conseguíamos. Fueron tiempos de programas truncos y postergados, largos meses divididos cada uno en dos mitades: la previa, la ansiedad de la llegada del día D (a ver si esta vez se nos daba) y la zozobra posterior hasta la incertidumbre, la desilusión, el volver a empezar. Y así fue como, varios tests de rayitas solitarias más tarde,  la doctora se convirtió en paciente.

Y de pronto, me vi del otro lado de la camilla, estaba viviendo en carne propia mi propio tratamiento. Sinceramente, mis expectativas eran bajas, tanto que tarde más de una semana luego de la fecha indicada, en notar que Julián ya estaba creciendo en mi panza. Hoy Julián está por cumplir 4 años y cada vez que lo miro me recuerda que todo valió la pena.

Gracias Adriana Grabia, Caro Boggino y Florencia Nodar  mis  hadas madrinas que me ayudaron con su expertice técnica,  y por supuesto a mi esposo Fernando que  estuvo palmo a palmo.

Ellos me acompañaron en ese momento de inmenso aprendizaje. Aprendizaje desde lo personal, al descubrir que siempre se puede y que sólo hay que creer muy fuerte y en voz alta,  y desde lo profesional, ya que mi experiencia me sirvió para entender aún más a mis pacientes.

Bienvenidos a mi primer post.

Dra. Sandra Miasnik

www.sandramiasnik.com

https://www.facebook.com/Dra.SandraMiasnik