Hay una tendencia a no reconocer ni desear aquellos alimentos más sanos para nosotros, sino al contrario, normalmente los alimentos que más nos “gustan” son aquellos que menos efectos beneficiosos tienen para nuestro organismo. A veces tenemos deseos de algo dulce, o salado, o nos apetece algo grasiento o necesitamos un estimulante como el café o la coca cola.