Paracaidismo, social y deportivo

#Paracaidismo

Existe otra cara del paracaidismo poco conocida: esta actividad es un medio para hacer nuevos amigos, divertirse y tener fines de semanas diferentes. Saliendo de la rutina de la oficina o la fábrica, la computadora y el ambiente cerrado, el paracaidismo permite saltar por el cielo, respirar un poco de aire de campo, tomar sol y, en verano, en el caso del aeroclub de Lobos (Buenos Aires), combinar todo esto con la pileta.

Precisamente, el grupo humano que se ha formado en este aeroclub, desde su escuela de paracaidismo, es realmente maravilloso.

Muchos cafés entre amigos, picadas y buenos brindis con la siempre colaboración de nuestro amigo Diego con su Paracas-bar (La Barraca), un espacio totalmente ambientado con paracaídas de otras décadas, fotos y una gran salamandra para aguantar un poco los inviernos.

No solo se comparten saltos, sino que también se realizan excelentes asados, bailes, salidas, y viajes a conocer otras zonas de saltos del país y del mundo. Por ejemplo, un grupo se organizó para ir a saltar en playas venezolanas; otro grupo visitó los Estados Unidos; otros más fueron a saltar en los paisajes serranos de Córdoba; nunca falta un grupo que visita a nuestros amigos paraguayos y uruguayos, quienes se caracterizan por organizar los mejores encuentros de paracaidismo. Y otro grupo más fue a visitar la zona de saltos española de Ampurias.

En una oportunidad fue muy creativa la idea de un grupo de exalumnos del club que organizaron un baile de disfraces, pero, aún mejor, lo iniciaron saltando disfrazados. Fue un fin de semana inolvidable, donde los grandes se divertían y, aún más, sus hijos ya que tenían a los personajes de la televisión a su lado.

En Lobos practicamos paracaidismo y, gracias a él, hicimos y hacemos nuevos amigos. Vení, sumate y saltá con nosotros.