Con tanto sarcasmo que nos hace reír, James Howard Kunstler, introduce principios de urbanismo hablándonos de las ciudades estadounidenses y sus problemáticas, que son en gran parte compartidas por las grandes urbes argentinas, aunque llevadas allí a su máxima expresión: ciudades difusas, dominadas por el automóvil, con grandes estructuras en desuso en medio y espacios públicos de pobre calidad que no invitan a apropiarse de ellos, ciudades que fomentan el uso de combustible, grandes desplazamientos diarios y denotan una desarticulación entre los habitantes como individuos y entre estos y la sociedad como colectivo.