En algún punto de la historia, el ser humano precisó de un instrumento que separase sus manos de la línea que conducía al flotador que usaba para suspender la carnada en el agua y notar el pique del pez. Por la incidencia de la correntada y el ángulo del que la mano del pescador es el vértice, la tendencia es que el flotador se acercase a la costa mermando la posibilidad de buscar el pique en lugares más alejados. Allí entonces, surge la necesidad de contar con una vara y qué mejor producto brinda la naturaleza que una caña: recta, liviana, firme. Así nace la caña de pescar, nombre que precisamente le viene de esos tallos vegetales. Hoy día, el grafito superó tanto a esos primitivos elementos como a otros que dominaron el mercado durante años, como la fibra de vidrio, que aún sigue usándose pero, en general, en productos más baratos.
Las únicas cañas vegetales que aún subsisten son la mojarrera (para pescar mojarras u otros peces pequeños, con un puntero o argolla en el extremo distal, donde se ata la simple línea con una boyita y minúsculo anzuelo) o las cañas de mosca de bambú, verdaderas sofisticaciones, dignas de puristas o de coleccionistas. El resto está dominado por las fibras artificiales.
Comprar una caña no es sencillo, porque en las buenas casas de pesca hay una gran profusión y todas parecen, a simple vista, salvo por cuestiones estéticas, más o menos lo mismo. Sin embargo, debe ser una adquisición bien pensada, porque es un componente fundamental del equipo de pesca, y, además, por su construcción, es delicada y las de mejor calidad resultan algo caras (esto último, ni más ni menos que lo que sucede con otros productos).
Lo primero que hay que tener en mente al entrar al comercio es para qué pesca quiero una caña, a qué pez apunto y en qué modalidad. Puede que quiera pescar dorados, pero ¿a trolling, con carnada natural, en baitcast, en spinning, con mosca? A su vez, también debo trazarse un mapa mental de qué tamaño de peces iré a pescar con esa vara: volviendo al ejemplo del dorado, no es lo mismo una caña ultralight, para disfrutar de ejemplares de medio kilo, que una caña para hacer trolling con señuelos de paleta larga en el medio del río Paraná.
Determinado mi objetivo, busco la caña, que puede ser enteriza, en tramos y, dentro de estas últimas, enchufables (se ensartan los tramos) o telescópicas (se repliegan y estiran como las viejas antenas de radio de los autos). Las cañas en tramos son más fáciles de transportar, por su menor largura. Y este factor, el largo, no es un capricho: las cañas largas se utilizan para líneas largas, como, por caso, la pesca de pejerrey con tres o cinco boyas, o para lanzamientos largos, como las cañas de surfcasting o pesca de playa. Las cañas cortas, en cambio, no se emplean con líneas largas (por ejemplo, en baitcast cuando más cerca se coloca el señuelo de la puntera para lanzar, a veces, apenas un par de centímetros, es mejor).
Las buenas cañas poseen una etiqueta pegada al cuerpo, cerca del portareel, donde se indican las especificaciones para las cuales fueron construidas y su largo. Este último se expresa en metros o en pies (1 pie: 0,30) y las fracciones en centímetros o pulgadas (1 pulgada: 2,54 cm). Los otros datos que aparecen, generalmente en cañas para trolling, baitcast o spinning, son la potencia, la velocidad y el peso del señuelo. La potencia queda registrada en la cantidad de libras que soporta la línea que se utilice: por ejemplo, 8-20 libras, es una caña recomendadas para usar con líneas que aguanten de unos cuatro a unos diez kilos (1 libra: 450 gramos). Vinculado con la potencia se señala el peso recomendado para lanzar artificiales, en gramos o en onzas (1 onza: 28 grs).
Además, la velocidad o acción de la caña se indica con calificativos que van desde fast (rápida) hasta slow (lenta), lo que significa cuánto tarda una vara en recuperar su posición recta original luego de que se la libera de la mayor curvatura o tensión. Una caña rápida, por caso, es bastante rígida, con poca curvatura y mayormente en la sección cercana a la punta.
Seguiremos con otros temas vinculados con la caña para ayudarte a una compra inteligente.
Néstor Saavedra
para Tur Aire Libre
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