Atacan a las palometas

#Pesca

bob piraña ratan

Debido al ataque de pirañas y palometas (nombres vulgares para especies similares) a bañistas en el río Paraná en Rosario, pensé en la agresividad de este pez. Si bien el acoso a humanos es rarísimo (todo pez huye de la presencia del hombre) y solo se debe a algún fenómeno aún indeterminado (baja del caudal, excesivo calor, zona por donde transitan cardúmenes de pequeños peces que son parte de su menú, etc.), la piraña o palometa es un excelente cazador, dotado de una doble fila de dientes triangulares de encastre perfecto que, con su potente mandíbula, funciona como una guillotina.  Por lo tanto es un pez que toma muy bien los señuelos y, en más de una oportunidad, nos ha salvado una jornada.

Recuerdo cierta vez en Reconquista, Santa Fe: habíamos ido tras el dorado con nuestros equipos de baitcast y spinning. No podíamos tener un pique hasta que, en un banco de arena sobre un brazo del Paraná, comenzaron a atacar los señuelos unas lindas palometas de más o menos un kilo. Fue divertidísimo. Los Fat de Alfer´s, unos señuelos gorditos de paleta, recibieron terribles dentelladas y aseguraron varias piezas que, como principal característica de pelea, comienzan a girar sobre su eje oponiéndose a la correntada.

palometa 1

Desde esa jornada de hace más de quince años les tomé simpatía a estos peces que suelen andar en cardúmenes. De hecho hace apenas unas semanas separé un rato de la apasionante pesca de tucunarés en Amazonas para dedicarme a la piraña negra, género que presenta ejemplares que superan los dos kilos, muy combativos. Los mejores señuelos, en esta oportunidad, fueron el Ratan Snake de Tech y el Globe de NG.

Para esta pesca es fundamental el uso de un cable de acero corto y liviano. Corto, porque no posee una boca grande como para tragar toda la extensión y hacer peligrar la línea; liviano, porque no hay que agregar peso al artificial para que funcione correctamente. Es más que todo un añadido preventivo: difícilmente la palometa llegue a mascar el cable de acero, salvo cuando el cardumen es grande y compiten por la presa, momento de frenesí donde cortan todo lo que pasa por su boca.

palometa 2

El pique generalmente es rapidísimo, telegráfico. No bien percibe que no se trata de carne, abandona la falsa presa. Hay que responder velozmente a ese toque, para lo cual conviene pescar con la punta de la caña hacia adelante (para tener más arco para cañar) y con multifibra (no se estira y contribuye a clavar los triples en una boca chica y con muchos dientes).

En cuenta los pesos promedio, la caña no conviene que sobrepase las catorce libras de resistencia y el reel no necesita más de cien metros de multifibra de 0,18 milímetros (medida exagerada, no pensando en el peso, pero para evitar los incómodos nudos que se producen con líneas muy finas).

palometa 3

No creo que las agresiones de la costa rosarina tengan que ver con un crecimiento desmedido del stock de palometas en nuestro país. Pero, sea como fuera, si en algún viaje se topan con ellas, porque es difícil que uno vaya a hacer una pesca dirigida a esta especie, busquen los señuelos apropiados y diviértanse. Los señuelos de plástico blando (ranitas, grubs, pescaditos de goma, etc.) son sus preferidos, pero tienen una gran contra: duran un solo ataque y, por eso, no son para nada recomendables.

Una variante entretenida: mi amigo Damián Zanek usa equipos ultralivianos y señuelos muy pequeños para divertirse con palometas en lagunas de la zona de San Pedro. Vale la pena.

Néstor Saavedra
para Tur Aire Libre

 

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