Hace cuarenta años, los hermanos José y Carlos Muia fundaron Ropasur, empresa textil dedicada a la producción de ropa de seguridad. Con la vuelta de la democracia a nuestro país, en 1983, la firma aprovechó las ventajas de la Ley de Promoción Industrial para instalar una planta en Catamarca: entonces cambió su nombre a Confecat, Confecciones Catamarca.
Hoy día en la provincia de los volcanes y las dunas más altos del mundo están produciendo ropa de trabajo Ombú y confecciones de seguridad para clientes Industriales de todos los rubros, en cinco líneas que operan en dos turnos.
Hay pasado ya tres décadas ininterrumpidas de labor para esta única planta de los hermanos Muia. Pese a los vaivenes de la Argentina en los distintos gobiernos democráticos, Alfredo Nieres Maldonado, jefe de Recursos Humanos y Relaciones Públicas de la empresa, afirma hoy: “Acá se ha formado mucha gente, y se ha profesionalizado. Económicamente, quizás convenga ubicar esta planta en Pilar o en algún pueblo que esté más cerca de los proveedores de insumos y de los canales de ventas, pero se antepone el compromiso social con Catamarca”. Este compromiso con el pueblo lugareño es mucho más claro desde fines de 2012 en que se acabó el convenio de Promoción Industrial y las empresas de esta provincia y otras beneficiadas quedaron en igualdad de condiciones que otras que se encuentran en circuitos económicos y de producción más aceitados.
Además de dar trabajo directo a unas 550 personas, Confecat beneficia a muchos catamarqueños a los que contrata para tareas temporales o extraordinarias, y a los comercios y el transporte de la zona, donde los asalariados compran e invierten.
Nieres Maldonado está convencido de que los propietarios de la fábrica textil y de calzado, “siguen apostando a esta gente. Hay cuadros formados, se ha trabajado en el ordenamiento, limpieza, y calidad, y sería ridículo perder todo eso. Si bien la diferencia económica es devastadora, considerando solamente el transporte, se sigue invirtiendo en tecnología, sobre todo en la parte de calzado”.
Hoy en día podemos decir con satisfacción que somos la empresa de Calzado de Seguridad con Mayor Tecnología de Sudamérica.
Además tiene que ver con un a visión de un País Federal, que dé igualdad de oportunidades y posibilidad de desarrollo a todos los rincones de nuestro territorio, mejorando la calidad de vida de aquellos que son sus habitantes.
Muy cerca de allí, en la vecina La Rioja cuentan con una planta de fabricación de capelladas, donde trabajan otras 100 personas, mientras que la atención al cliente tiene lugar en sus sedes de las ciudades de Buenos Aires, Lanús, y Córdoba.
El desarrollo de Confecat se basa en la modernización tecnológica, que promueve la renovación de equipos y sistemas necesarios para asegurar la calidad del producto, y la capacitación constante del personal, lo que permite una optimización y profesionalización de los recursos disponibles.
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