Muchos de ustedes (como yo hoy) saldrán de vacaciones pronto. Sí, los viajes son para relajarse y dejar de pensar. Pero, no para olvidar nuestro impacto ambiental. A continuación, algunas preguntas para hacerte y encarar unas vacaciones más sustentables:
¿A dónde vas? Averiguá si el destino no es un área protegida o tiene un ecosistema frágil. Cuánto más lejos vayas, más huella de carbono vas a dejar en tu transporte.
¿Cómo vas a viajar? Además de las emisiones causadas por la quema directa del combustible, algunos medios de transporte, como el avión, impactan negativamente en el medio ambiente por su emisión de dióxido de nitrógeno y las estelas que dejan. Planificá tu ruta antes de salir, para evitar gastos innecesarios, de combustible y contaminación.
¿Y allá? Como lo hacés acá, usá la energía y el agua a conciencia, no tires basura ni contamines los paisajes a tu paso. Consumí de manera responsable; contribuí con las economías locales, eligiendo tiendas y productos del lugar.
¿Cómo vas a moverte? Una vez en destino, intentá una manera diferente y saludable de recorrer la ciudad, alquilando bicicletas. Ya son muchas las ciudades con sistemas de alquiler de rodados o bicing. Sacale el jugo a los sistemas de transporte público local y, de paso, salite de los recorridos preparados para turistas. ¡Ah! En vez de levantar un mapa de papel por lugar, para orientarte usá un mapa de tela, una opción más sustentable, práctica y de larga vida.
¿Y de recuerdo? No te olvides de llevar pilas recargables y el cargador de tu cámara de fotos, para ahorrar en energía, costos y residuos.
A tu regreso, ¡hacela correr! llevá un cuaderno de viaje y compartí los mejores tips de tu viaje sustentable con futuros viajeros.
Que tengan unas muy felices fiestas y nos reencontramos a mi regreso.
Marian