“Pega, pero escucha”. Empiezo diciendo esto, como Temístocles a Euribíades cuando éste quiso pegarle con un bastón en vez de prestar oído a sus consejos de estrategia bélica, porque ya imagino la catarata de objeciones que va a caer sobre mi planteo. Así que sólo pido unos minutos de paciencia para exponer mis argumentos.