“La riqueza es un bien solo si ayuda a los otros” escribió Su Santidad cuando eligió prologar el libro “Pobre para los pobres. La misión de la Iglesia”, del cardenal alemán Gerhard Müller.
Un pase limpio de gol.
Analizando la “jugada” en el texto completo de ese prólogo, Francisco hace sobrevolar hábilmente una crítica profunda a los estragos del capitalismo y a su vez un reconocimiento del mismo como una buena herramienta.