Valorar lo que tenemos

#Psico+40

Creemos que todo es natural.

Creemos merecer todo lo que tenemos, simplemente porque nos corresponde… quizás así es, nos corresponde porque hemos trabajado mucho para lograr algunas cosas preciadas.

No estamos hablando de cosas materiales sino especialmente de las otras..como los vínculos de confianza, la tranquilidad espiritual, los momentos de felicidad, de paz, de alegría, esos momentos en que te das cuenta que estas viviendo un instante único, especial, que, aunque quieras retenerlo y prolongarlo, es esfímero.

Valorar lo que tenemos, es ser consciente todos los días de la libertad de la cual gozamos, de la independencia que tenemos, de que somos dueños de nuestra vida, de que no tenemos que dar explicaciones o pedir permiso…

Según Peterson, Seligman y Emmons ( investigadores de la Psicología Positiva) la gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia.

La gratitud según Mc Cullough ( 2004): “Es un estado cognitivo y afectivo resultante de haber sido beneficiado por un agente externo, de manera solidaria, desinteresada y gratuita.”

Ese aspecto cognitivo de la gratitud alude al reconocimiento: la persona se da cuenta que recibió algo que es beneficioso, valorado socialmente o subjetivamente: por ejemplo recibí educación. El aspecto afectivo alude al sentimiento de gratitud: sentir agradecimiento por algo o por alguien.

Ese beneficio que se recibe proviene de un agente externo: una persona no conocida ( por ejemplo un benefactor que dona dinero para becas de estudio), un ente impersonal como Dios ( que me trajo a este mundo en determinada época histórica y no en otra) o la naturaleza ( que me favoreció en las cosechas o me dio unos hermosos ojos azules), es posible sentir que la vida misma ha sido benefactora o generosa con nosotros.

Hay rasgos, aspectos, capacidades que simplemente no tienen que ver con nuestro esfuerzo sino con la suerte o el destino: nacer en una familia que nos quiera, en un ambiente estimulante, en un momento histórico sin guerra, en una cultura que nos permita ser libres…es sólo cuestión de suerte…

Ser agradecidos, valorar lo que tenemos, es una habilidad que nos permite incrementar los niveles de bienestar, satisfacción vital y por ende mejorar nuestra calidad de vida desarrollando emociones positivas que impactan en nuestra salud mental.

Estamos tan acostumbrados a quejarnos, a ver siempre lo que falta, que no nos damos cuenta de todo lo que tenemos. Siempre se puede estar mejor y también se puede estar peor..

Entonces la gratitud es una actitud de reconocer que la vida nos ha beneficiado, otorgado, regalado algo valioso…se relaciona con la capacidad de reconocer los aspectos buenos de la vida.

Robert Emmons es un investigador que trabaja sobre el concepto de la gratitud desde el punto de vista psicológico, piensa que las personas agradecidas no dan por sentado aquello que poseen: además de reconocer que tienen algo, sostienen que podrían no haberlo tenido, que es una gracia o un don el haber recibido ese beneficio y que hay alguien o algo al que le deben este don.

Vos pensás que todas las personas conocen el respeto, o el amor, o el reconocimiento, o la libertad? O que todas las personas se han criado en una familia amorosa, respetuosa, cariñosa?… no todas las personas tienen buena salud a lo largo de muchos años…Muchas personas padecen su trabajo, no les gusta, no se divierten, no pueden expresar su creatividad…Otras personas no conocen el mar, no han podido viajar, no saben leer, no han podido estudiar…han tomado obligaciones que no les correspondía a su edad, no han podido disfrutar su infancia o su adolescencia…

La experiencia de gratitud es una emoción placentera ( Emmons 2007) que nos despierta alegría, una sensación de bienestar y de apreciación por la vida y lo que esta nos ha deparado.

Ahora bien:

Hay un aspecto muy importante que es el conductual...la conducta de agradecimiento.

Para el Dr. Seligman el acto de dar gracias, de expresar el agradecimiento forma parte de la experiencia de gratitud, ya que no se puede decir que una persona es agradecida si no lo manifiesta expresamente: con un acto o con palabras.

¿Se puede desarrollar la gratitud? Si, claro.

Cómo desarrollamos nuestra capacidad de gratitud?

Existe un ejercicio sencillo que desarrolla el Dr. Robert Emmons en el libro Gracias (2007) que consiste en escribir un diario de gratitud.

La premisa básica consiste en dirigir la atención hacia aquellos aspectos de la vida por los que puedo sentir agradecimiento. Sobre esta premisa, podés realizar una tarea escrita o simplemente pensar en algo por lo cual estas agradecido antes de dormirte o al despertarte para que en esos momentos claves del día te acompañen pensamientos positivos.

¿Cómo escribir el Diario de gratitud?

Comprate un cuadernito y tenelo a mano. Cada noche, o las veces que puedas antes de acostarte, dedicá por lo menos unos minutos a escribir acerca de tres cosas por las que estás agradecido en el día de hoy… a lo mejor te sorprendes y encontrás mas motivos de agradecimiento.

Podes agradecer por cosas generales como estar vivo, registrar un momento que has disfrutado, el estar saludable, recibir amor y la amistad de personas a las que aprecias, sorprenderte con algún gesto de consideración, amor o cuidado que no esperabas, recibir buenas noticias de un ser querido, recibir elogios por un trabajo bien realizado, disfrutar tiempo con personas especiales para vos: tu familia, amigos, compañeros…aprender algo nuevo, descubrir que sos capaz de algo que desconocías, sentirte reconocido…

Y vos…¿de que te quejas?

Si te cuesta agradecer, te propongo otro ejercicio: probá transcurrir 5 días consecutivos sin quejarte...