Un punto…y punto

#LaAcadé

Racing volvió a jugar mal, no se le iluminó una idea para la generación de juego y solo se quedo con un punto ante el puntero del Torneo Final. Fue 0 a 0 con Lanús por la cuarta fecha en Avellaneda. La hinchada les reprochó a los jugadores la falta de actitud y sangre que demostraron ante Independiente y se fueron silbados al término del encuentro del domingo.

El arranque del partido hizo que los reclamos de la gente pasaran a ser aliento. Es que cuando rueda la pelota,la Número º1  de la Argentina manda al equipo para adelante, es que a nosotros si nos corre ese liquido rojo por las venas- y le pedimos perdón a Racing por el color del mismo- . El rugir del público no bastó, ya que Racing no pudo capitalizar el empuje en el campo de juego y  quebrar al conjunto de los Barros Schelloto (¡Muchas gracias toda la vida Gustavo!) La buena noticia en el portal racinguista es que apareció un juvenil más dentro de los once iniciales, Rodrigo De Paul mostró sus características e ilusionó con algunas apariciones determinantes. Para el esquema que quiere Zubeldía parace ser que encontró una materia prima parecida a la que le daba Centurión…. ¡Como te extrañamos wachiturro! Volviendo a la primera parte, Saja fue determinante para ahogarle el grito de gol a Blanco, tapándole un mano a mano espectacular. El medio no funcionó. Pese a que el rubio director técnico pobló la mitad de cancha con Bolatti (jugó mal, estuvo lento, no cortó y NO GENERÓ JUEGO) Pelletieri y Zuculini,  no logró coronar la zona en donde se comienzan a ganar los partidos en este fútbol argentino tan parejo. Vietto quedo muy solo arriba y Camoranesi no logró ser el generador de juego. La defensa se mostró sólida nuevamente. Buen partido de Migliónico, que fue el mejor de los cuatro del fondo.

En el complemento, Racing trató de llegar al arco contrario a los ponchazos. Intentó Fariña ponerle picante a un plato que era demasiado light. Cuando había que sumar gente en ofensiva para tratar de que los tres puntos se queden en casa, prefirió doblegar esfuerzos en la defensa y se enamoró del empate ante un rival que venia de ganar tres seguidos y de no recibir ningún gol en contra. La Acadé jugó mal, empató y recibió la silbatina de un público que aún sigue molesto por la derrota ante Independiente.  Con justa razón.

El sábado Racing visitará a San Martín de San Juan y deberá ganarle para reencontrarse con la victoria. Poco importa que los sanjuaninos sean rivales directos en la lucha por no descender de nuestro eterno clásico rival.  Hay que ganar o ganar. Eso demanda la historia del primer grande de los grandes. ¡Primero Racing, siempre!