Recuerdos de mis Viajes por Uruguay
El bamboleo y los saltos que copiaba el vehículo que nos transportaba, nos anunciaba que estábamos por visitar un rincón que estaba muy lejos de ser un lugar común, algo distinto nos esperaba. Un gigantesco camión, todo terreno, 4×4 se enterraba en la arena y su motor se quejaba del esfuerzo que debía hacer para seguir avanzando. Su carga se tambaleaba. Sobre él, un grupo importante, disfrazados de humanos, se aferraban de donde podían, nuestro transporte empecinado en fotocopiar las dificultades del terreno y a su vez nuestras nalgas hacían de amortiguadores, los duros asientos de madera son nuestros testigos.