Por: Ariel Wolman
Seguramente el post de hoy tendrá lectores “invitados”. No sólo lo leerán los hinchas de River que me siguen desde hace tiempo sino que se le sumarán hinchas de Boca para disfrutar de su “victoria”. Juro que después del partido me quedé varios minutos pensando si aún seguíamos en el Nacional B, cuando vi a los los rivales levantando los brazos, saltando y festejando con su hinchada por habernos empatado… en fin…
Hablemos de lo nuestro. Por suerte la semana pasada escribí esto: “Espero que Almeyda evalúe bien si conviene que entre Trezeguet como titular. David llegará sobre la hora y luego de un largo viaje desde Europa. Quizás sea mejor que arranque en el banco e ingrese en el segundo tiempo, de acuerdo a las necesidades del momento”. No quiero echarle la culpa a Treze, porque tuvo las mejores intenciones… pero ¿y el DT?.
La verdad es que no sabemos cerrar los partidos, seguimos cometiendo penales tontos y el técnico es capaz de sacar al mejor jugador, al que volvía loco a los defensores del otro equipo, para dejar en la cancha a un jugador que, claramente, no estaba bien.
Se dice que fue como un “partido despedida” para el francés porque ahora se operará de la rodilla y en enero se irá del club. Pero eso no justifica que haya jugado todo el partido sin estar en óptimas condiciones, no al menos en un clásico. ¿Dónde quedó eso de que siempre deben jugar los que mejor estén?.
Con ese criterio sino me hubieran cumplido el sueño de dejarlo jugar como despedida a mi querido Ariel Ortega… lo anotamos por Maidana, que está lesionado por 6 meses, y que juegue su último gran Superclásico… total, si no lo ganamos, no importa.
Lo cierto es que ayer perdimos 2 puntos por errores propios, una vez más. Como contra Newell’s, que merecíamos ganarlo por goleada y terminamos empatándolo.
El penal innecesario. El segundo gol de ellos tiene errores tácticos y técnicos (nuestros) por donde se lo mire. Trezeguet que se apura, Sánchez que sube y baja tarde, dejan llevar la pelota al 10 de ellos media cancha, Botinelli que se cae solo y el arquero que no se juega la vida como sí lo hizo el que termina metiendo el gol de ellos…
Este resultado le da, por suerte, un poco más de aire al técnico de ellos. No creo que sirva lamentablemente para que renueve su contrato, pero al menos seguirá hasta fin de año. Mientras tanto debemos pensar qué hacemos nosotros. Esta campaña obviamente es muy floja y seguimos cometiendo errores que parecen interminables.
Para cerrar quiero mandarles un gran saludo a Aguirre y a Ramiro Funes Mori, ojalá que se recuperen pronto.
Ariel Wolman
@arielwolman