Sin dudas uno de los trabajos más lindos que hay es ser fotógrafo de rock pero también es un trabajo muy duro -lejos de compararlo con los que se levantan 4 AM, viajan 2 horas y levantan paredes 10 horas y tienen otras 2 horas de vuelta a casa-. Diego Fioravanti y Facundo Gaisler, alias “Gigriders” son dos pibes que conocí en a uno en la Facultad y al otro haciendo fotos en un recital. Con calor, frío, lluvia, neblina, lunes, miércoles o sábado, caen con los equipos fotográficos al hombro a donde sea el recital, entran al pit y se ponen a laburar. Más allá de hacer fotos en vivo, también hacen las fotos de una revista extranjera especializada en música que llegó hace varios meses al país.