La extraordinaria facultad de inventar mundos, para eso deberíamos reservar la palabra “genio”. Entendiéndolo así, Cortázar lo fue. Es que su obra ha marcado generaciones de jóvenes, eso todos lo saben. Por ello, quien no lo haya intentado al día de hoy hacer de sus libros una escapatoria, que lo intente. Tal vez, entonces, se sume otro alguien al fantástico mundo cortazariano, ese en el que no hay boleto para regresar a lo que se era antes, porque uno entra en el universo cortazariano cuando quiere cambiar, aunque no lo sepa.